Ante los diversos escenarios que pudieran tener los remates de los activos de Doe Run Perú (DRP), los acreedores laborales toman sus previsiones.
Y es que ante la situación en que únicamente se venda la Unidad Minera Cobriza y no el Complejo Metalúrgico de La Oroya (CMLO), los trabajadores pretenden ejercer el derecho de, junto a un socio, adjudicarse este activo.
De acuerdo a este mandato los trabajadores deben actuar como un inversionista y por ello un asesor de inversión buscará a un socio que ponga el dinero para la adjudicación así como el capital de trabajo para reiniciar los circuitos de plomo y zinc.
Se pudo conocer que según los técnicos de Dirige, empresa encargada de la liquidación de DRP, se requieren unos US$ 116 millones para el inicio de operaciones en La Oroya.
Fuente: La República