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El Perú puede convertirse en un país desarrollado en solo 15 años si la próxima administración que asuma las riendas del país ejecuta tres reformas estructurales que permitan el despegue del crecimiento económico y la modernización del Estado, afirmó el presidente de la Sociedad Nacional de Industrias (SNI), Andreas von Wedemeyer.

Von Wedemeyer precisó que una nación desarrollada debe ser entendida como un país en el cual todos los ciudadanos y emprendimientos cuenten con las condiciones y oportunidades necesarias para competir y aprovechar su potencial. Un país en el cual la formalidad no sea la excepción, sino la regla; agregó.

“Esta visión de desarrollo es absolutamente viable en tan solo 15 años, siempre que el nuevo gobierno implemente de forma plena las reformas estructurales pendientes desde hace dos décadas”, aseguró.

El titular de la SNI señaló que se debe empezar por reducir las brechas que separan a nuestro país de los países desarrollados. Dijo que si bien el Perú cuenta con condiciones fundamentales para el desarrollo, como la estabilidad macroeconómica y la libertad económica, los países desarrollados tienen tres atributos de los que el Perú carece: elevada productividad, marco regulatorio competitivo y alta calidad institucional.

Con respecto al primer atributo, Von Wedemeyer indicó que actualmente el trabajador de un país OCDE triplica la productividad promedio de un trabajador peruano. Explicó que la baja productividad tiene un origen multidimensional que involucra la baja calidad educativa, insuficiente infraestructura y mínima innovación tecnológica.
“Y mientras siete de cada diez trabajadores laboren en la informalidad y produzcan la décima parte de lo que produce un trabajador formal, que en sí ya es reducida, es imposible competir con éxito en el mercado global”, aseveró.
Con respecto al marco regulatorio, el presidente del gremio industrial recordó que el Perú es uno de los ocho países con mayor carga burocrática del mundo. Arguyó que en el entorno global, el Perú compite por inversiones con 206 países, por lo que contar con un marco regulatorio que sea promotor es una condición necesaria para competir y crecer.
Asimismo, Von Wedemeyer enfatizó que ahora el Perú se encuentra en el quintil inferior a nivel mundial en calidad institucional, por lo que urge mejorar la eficiencia del Estado para que su servicio a todos los ciudadanos y, contribuyentes en general, sea óptimo.
“Salvo excepciones notables, nuestro país cuenta con instituciones públicas de una nación del tercer mundo, lo que es prohibitivo para el desarrollo, pues no contamos con servicios públicos de calidad. Si bien la mejora integral de nuestras instituciones es una política de Estado de maduración de mediano plazo; se puede y debe establecer medidas en el corto plazo que impliquen un compromiso por la mejora institucional”, afirmó.

 

El Comercio