El nuevo Tribunal de fiscalización laboral emitió una resolución en la cual validó el uso de jornadas largas de más de 21 días (jornadas atípicas) durante el estado de emergencia.
Las jornadas atípicas son aquellas pactadas entre un empleador y trabajador donde este último realiza una cantidad de días de trabajo de manera continua sin descanso alguno, seguido por un periodo extendido de descanso. Usualmente, esto se ve en jornadas de catorce días de trabajo seguidos por siete días de descanso ininterrumpidos (llamadas 14×7), u otras combinaciones de este tipo, como 15×6 o 10×4.
Resolución N° 022-2021-SUNAFIL/TFL-Primera Sala
1623882683311Al permitirse que sean de más de tres semanas (21 días), se estaría permitiendo configuraciones como 21×7 o 28×10, que llevarían a más periodos de trabajo ininterrumpido.
Una jornada típica, en comparación, es de 6 días de trabajo y 1 día de descanso, es decir, la semana laboral.
Esta resolución va en contra de los criterios emitidos por la Sunafil hace poco, los cuales señalaban que las empresas solo pueden establecer jornadas atípicas de 3 semanas y, en caso se fuera más allá de este límite, la empresa sería sancionada con una multa.
La resolución es la primera del Tribunal de fiscalización laboral, creado hace tres meses, que le da la contra a lo postulado por la Sunafil y tiene un impacto importante en la situación laboral actual.
Razón
De acuerdo con el Tribunal, pese a que el Tribunal Constitucional y convenios de la OIT señalan que existe un tope de jornadas atípicas de hasta 3 semanas, indicaron que la pandemia es una razón suficiente para sustentar una extensión mayor.
“La Sunafil nunca analizó las excepciones a la regla”, señala Jorge Toyama, socio del estudio Vinatea & Toyama, quien indica que el mismo convenio de la OIT plantea la posibilidad de excepciones a la regla ante casos extraordinarios.
Toyama agrega que con la resolución del Tribunal se está dando validez a la realidad del país, lo cual considera positivo y necesario frente a la situación actual.
Impacto
Durante la pandemia, muchas empresas de los sectores mineros, eléctricos y petroleros se vieron forzados a imponer jornadas atípicas de más de 3 semanas para manejar la situación y establecer un control del distanciamiento social, explica Toyama, quien agrega que “se ayudaría a muchas empresas responsables por la generación de una buena cantidad del PBI del país”.
Explica que esto se debe a que, en estos sectores, los trabajadores permanecen en campamentos de trabajo, por lo que, al extender el periodo de tiempo laborado ininterrumpido se minimiza el movimiento del trabajador hacía y desde el centro de trabajo, minimizando su exposición a un posible contagio.
“Ahora lo que falta ver es si la Sunafil respeta lo que dice el Tribunal o si sigue intentando sancionar a empresas por fijar jornadas atípicas más largas de 3 semanas. No seguir el criterio del Tribunal podría llevar a la perdida de dinero y tiempo del Estado en procedimientos en los que, al final, se le dará la razón a los empleadores”, explica Toyama.
Fuente: Gestión