ProActivo | Guillermo Vidalón del Pino, Superintendente de Relaciones Públicas en Southern Perú, instó a todos los agentes del sector a no permitir que se continúe perjudicando la imagen de la minería en redes sociales.
La comunicación a través del Internet, y en especial por medio de las redes sociales es muy poderosa e influyente en todos los aspectos de nuestras vidas; y eso incluye a la minería, aseguró tras recordar que del total de la población mundial (casi 8 mil millones de personas), un 75% ya se comunica a través de las redes sociales.
“La era digital ha generado muchas ventajas en cuanto a la inmediatez, pero también ha permitido que algunas personas puedan crear percepciones negativas. Esto genera que la gente vaya a actuar, pensar y sentir de una manera determinada y reaccionar en función a eso”, afirmó Guillermo Vidalón del Pino durante su presentación “La importancia de ser protagonista en la era digital de hoy”, en el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
Ideas positivas y negativas
Vidalón indicó que en la era digital hay ideas positivas y negativas que inundan las redes sociales. Por ello, dijo, el ámbito empresarial, en especial el minero, debe manifestar su posición sobre cómo llevan a cabo sus actividades y en qué escenario jurídico se desarrollan, ya que si se sabe que existen reglas claras en el país, la economía va a crecer.
Destacó la importancia de dar a conocer a la población cómo es que funciona un sistema de generación de riqueza. “Si no lo hacemos, generamos un vacío, y ese vacío eventualmente será ocupado por alguien. Si tú no comunicas, alguien más lo hará y podrá hacerlo para distorsionar y no para decir la verdad”, observó.
“A nosotros nos conviene decir la verdad y nuestro punto de vista, este debe generar un equilibrio en la era digital, si no lo hacemos terminamos avasallados. Las instituciones y empresas serán perjudicadas”, advirtió.
Asimismo, manifestó que existe un sector bien estructurado que usa las redes para distorsionar la percepción sobre la actividad minera en el Perú. “Cuando critican al sector minero, no solo emiten opinión algunos economistas, sino también ambientalistas, ONGs y sindicatos, entre otros. Hay toda una organización detrás que replica un mismo mensaje, y todo esto con un mismo objetivo: posicionar que esta actividad tiene un costo ambiental y social. Por consiguiente, piden que se aumenten los impuestos. Esto no tiene mayor fundamento, pero se posiciona en la mente de las personas gracias a las redes y los medios digitales de comunicación”, dijo.
Vidalón recalcó que no se puede seguir permitiendo que se construyan espacios donde se fomente una percepción negativa de la minería, en función de un supuesto ambientalismo, o porque esta actividad no genera un crecimiento económico multidimensional. “Esto último es tarea del Estado, pero la carga comunicacional va en contra de las empresas. De esta manera se genera una ola de opinión pública contraria a la minería”, criticó.
Consideró que, si una actividad tan importante como la minería “no tiene una percepción informada, racional y emocional”, puede perderse un gran potencial de desarrollo para el país.
Nadie garantiza que a mayor impuesto mayor beneficio al país
Vidalón destacó que la minería genera entre 10 y 12% del PBI y es responsable del 60% de las exportaciones. Pero como la mayoría de la población no hace ese vínculo por estar desinformada se genera un escenario adverso.
“En ese escenario donde la opinión pública cuestiona la minería, nadie nos ha garantizado que cuando suban los impuestos haya redundado en desarrollo beneficioso para el país”, opinó.
Alertó que si suben los impuestos en Perú, el inversionista comenzará a mirar a Chile, México, Canadá u otro país y podrá pensar que más le conviene invertir allí. “Con menos inversión hay menos puestos de trabajo, menos consumo y menos opciones para reducir la pobreza. Tenemos que comunicar toda esta ecuación”, explicó.
Indicó que “del otro lado” envían mensajes cortos, sencillos y de impacto. Los cuáles tienen bastante llegada en las redes sociales. Agregó que su objetivo es generar un descontento en la opinión pública para que la sociedad los identifique como líderes. “Hay que estar siempre en el debate”, instó.
Finalmente, dijo que el Perú ya se ha visto perjudicado con otros proyectos de desarrollo, precisamente por el mismo sector que distorsiona la realidad. “Recordemos que el gas de Camisea se descubrió en 1984 y recién 21 años después se comenzó a trabajar. Luego, hubo por ahí una persona que dijo: “O el agua o el oro”. ¿Y que logró en Cajamarca? Logró que sea una de las zonas más pobres del país. Y así tenemos muchos proyectos mineros en el Perú paralizados desde hace muchos años que hubieran podido dar desarrollo local muy trascendente. Hay distritos que reciben 3 millones de soles por concepto de canon y regalías, pero podrían con el desarrollo de un proyecto minero pasar de 3 a 30 millones de soles anuales, para poblaciones de 15 mil personas”, afirmó.