ADEX

Fuente: La República

Pide “darle la oportunidad a las regiones de ser artífices de su propio desarrollo”.

El presidente de la Asociación de Exportadores (Adex), Eduardo Amorrortu, aseguró que uno de los principales retos para el próximo año será acortar la brecha de infraestructura, que, se estima, ascenderá a 100 000 millones de dólares en 2021.

“Solo así se podrá dinamizar las exportaciones regionales que aún no logran despegar, puesla conectividad con la costa y el puerto del Callao es aún deficiente”, afirmó.

“Acortar la brecha es el paso previo para un cambio del patrón exportador regional. Darle la oportunidad a las regiones de ser artífices de su propio desarrollo mediante la venta de sus productos y la búsqueda de nuevos mercados. Es una eficaz herramienta para reducir la pobreza y generar empleo. Es una verdadera estrategia de inclusión social”, dijo.

Amorrortu recordó que la densidad de la red de carreteras disminuye conforme se está más lejos de la costa. Ello eleva los costos de transporte y afecta la competitividad de alrededor de 2 500 empresas exportadoras del interior del país.

Estas empresas exportan sus productos a través del Callao, por lo que la proximidad a este puerto es clave para explicar el motivo por el que las regiones más cercanas a la costa representan alrededor del 40% de las exportaciones totales y el 80% de los bienes con valor agregado.

Los obstáculos geográficos, así como la escasez y precariedad de la infraestructura, dificultan la salida al mercado de los productos de la sierra y selva. Esto restringe al Perú a un patrón exportador concentrado en la costa, excepto en los departamentos de la sierra especializados en la actividad minera”, dijo.

Por lo tanto -continuó- no sorprende que Amazonas, Apurímac, Huánuco, Loreto, Madre de Dios, San Martin y Ucayali tengan un desempeño exportador bajo, tanto en su volumen como en su diversidad. Esas regiones tienen como sus principales productos café, cacao, tara en polvo, minerales de plata, madera, nueces, palmitos, que tienen una demanda dinámicamente creciente en Brasil, Colombia, Chile, EE.UU., México, Canadá, Bélgica, Alemania y China, que prefieren importarlos de otros países que se los ofrecen a precios más competitivos.