DAVID FISCHMAN

El ser humano tiene a su alcance el plano espiritual. ¿Cómo hacer para estar más seguido en el plano espiritual y traer al trabajo estas cualidades que nos ayudarían a mejorar como equipo?

La mayoría de personas ha tenido una experiencia espiritual. Por ejemplo, cuando nació su primer hijo, hizo algún servicio desinteresado o cuando rezó con devoción. El ser humano tiene a su alcance el plano espiritual, o a su ser elevado, como algunos lo llaman. Cuando entramos al plano espiritual nos llenamos de amor, de paz y nos sentimos conectados con el todo.

¿Cómo hacer para estar más seguido en el plano espiritual y traer al trabajo estas cualidades que nos ayudarían a mejorar como personas y como equipo? Aquí entra el concepto de la inteligencia espiritual (IS): El ser humano es como un auto, donde normalmente el ego es el que maneja el timón, y nuestro ser elevado está amarrado en la maletera.

Como menciona la doctora Wigglesworth, las personas con más IS permiten que su ser elevado maneje el timón de su vida, extrayendo de él sabiduría, compasión y capacidad para mantener su paz interior al margen de las circunstancias. Se ha investigado mucho acerca de las consecuencias de la IS en los negocios estos últimos 10 años.

En un metaestudio de la universidad de Ontario, Canadá, se analizaron  150 investigaciones sobre la IS y liderazgo y se encontró que las personas con mayor IS generan, en sus subordinados, mayor satisfacción, en su retención, productividad y desempeño.

El primer paso para desarrollar la IS, es tomar conciencia de cómo el ego maneja nuestra vida. Por ejemplo, el ego se manifi esta entre otras formas cuando nos ponemos a la defensiva ante una crítica. O cuando juzgamos a otras personas, ya que inconscientemente es una comparación para que el ego se sienta mejor.

Tomar conciencia de que es el ego quien nos conduce es el primer paso para cambiar al conductor de nuestra vida.

El Comercio (Portafolio)