Jaime Antezana

El destacado analista explicó las razones de por qué no están involucrados el narcotráfico o grupos subversivos.

Las protestas contra el proyecto cuprífero Las Bambas ubicado en la región Apurímac han dejado diversas críticas al gobierno y se ha especulado sobre las razones de este conflicto social. A raíz de ello, Capital consultó al analista Jaime Antezana sobre el tema y estas fueron sus respuestas.

1. ¿ESTÁ EL NARCOTRÁFICO Y LOS GRUPOS SUBVERSIVOS DETRÁS DE LOS MOVIMIENTOS ANTIMINEROS CONTRA LAS BAMBAS?

“No, no está ni el narcotráfico ni grupos subversivos detrás de los movimientos antimineros. Por un lado, si bien la región Apurímac, y en particular la provincia donde se ubica Las Bambas, Cotabambas, es ruta de las drogas (PBC y cocaína), las inversiones de este proyecto minero no afectan esas actividades del narcotráfico”.

2. EL NARCOTRÁFICO Y LAVADO SE ACTIVOS EN PROYECTOS

“Solo se opondría, como sí ocurre en casos de Cajamarca y Amazonas, si esta inversión colisionara con sus intereses económicos, pero no sucede en el caso en Las Bambas. Más aún, según diversos testimonios, los narcotraficantes estarían aprovechando de las inversiones que se han realizado en la zona de influencia del proyecto para lavar activos”.

3. GRUPOS SUBVERSIVOS NO TIENEN INFLUENCIA EN LA ZONA

“Los grupos subversivos tampoco están detrás de los movimientos antimineros en esa parte del país. ¿La razón? Ni la organización armada de los hermanos Quispe Palomino del VRAE llegó a operar en esta zona ni Sendero Luminoso, a través del Movimiento por la Amnistía y los Derechos Fundamentales (Movadef), ha logrado articularse en la provincia que tuvo mayor influencia: Andahuaylas. También está descartado la presencia de elementos residuales de la extinta MRTA, pues nunca llegó a tener presencia en la región Apurímac”.

4. ¿EXISTE TEMOR DE GRUPOS AGITADORES PARA EVITAR LA INVERSIÓN Y EL ORDEN QUE PUEDA TRAER CONSIGO LA MINERÍA?

“Es cierto que la minería trae inversiones y que -en el caso de Las Bambas- estas inversiones se viene dando de hace varios años, en general, las inversiones también traen orden y licitud. Sin embargo, no necesariamente viene acompañado de un combate a las actividades ilícitas, en este caso, del narcotráfico. Prueba de ello es que en el contexto de las inversiones pre-conflicto, el tráfico de drogas y el lavado de activos han continuado sin problemas  por la zona (VRAE-Andahuaylas-Abancay-Cotabambas-Cusco). Es absolutamente probable que post conflicto social estas dinámicas continúen sin mayores problemas. El asunto radica en que el combate del narcotráfico, sea tráfico de drogas y lavado de activos, es una competencia del Estado central. Y esa voluntad parece no existir”.

Radio Capital