fenómeno del Niño

Condiciones se asemejan a las que antecedieron al de 1998.

Las condiciones del Océano Pacífico se asemejan a las que antecedieron al severo fenómeno de El Niño de 1998. Esta fue la alerta que dieron ayer Luis Icochea, investigador oceanográfico y ex presidente del Imarpe; Luis Giampietri, ex presidente de esa misma institución; y Gustavo Laos, coordinador técnico del Estudio Nacional del Fenómeno El Niño (Enfen).

Según los especialistas, la temperatura, salinidad y nivel del mar por encima de sus valores normales, así como la intensidad y dirección de los vientos que se registran en la costa del Perú, son factores que podrían desencadenar efectos graves por el fenómeno de El Niño que se desarrolla actualmente.

Icochea resaltó la forma cómo está avanzando la masa de agua caliente desde Australia. Luis Giampietri, en tanto, señaló que si no se toman las previsiones necesarias ese fenómeno podría generar pérdidas de entre los US$5.000 millones y US$6.000 millones.

“No se descarta la posibilidad de que este fenómeno pueda ser el más severo y de mayor impacto del milenio”, indica un comunicado del Foro Hispano Americano de Intercambio de Información sobre Temas de Mar, citando las palabras de Icochea.

Para Gustavo Laos, sin embargo, todavía es muy pronto para determinar con exactitud cuál será la intensidad de El Niño. Adelantó que podría ser entre leve o moderada, aunque faltaría determinar variables como la magnitud de la corriente cálida del mar que está llegando al continente, la intensidad de las ondas Kelvin que generan un incremento de la temperatura del mar y la fuerza del Anticiclón del Pacífico, que podría enfriar el agua del mar.

Lado positivo
Durante el conversatorio denominado El Fenómeno de El Niño y sus Consecuencias Económicas, que se llevó a cabo ayer en el Colegio de Ingenieros de Lima, Icochea y Giampietri también señalaron que este no solo trae perjuicios en el país, sino también beneficios relacionados con la producción pesquera.

En tal sentido, advirtieron que el Perú debía prepararse para aprovechar las nuevas especies marinas que ingresan al mar, así como el mayor nivel de lluvias y el cambio de temperatura que podría favorecer algunos cultivos.

Sin embargo, advirtieron que también debían tomarse previsiones para reducir su impacto negativo, como limpiar el cauce de los ríos y las quebradas, reforzar las defensas ribereñas y reforzar el sistema de drenaje de las ciudades.

SEÑALES
En marzo del 2014, un observatorio de EE.UU. informó que el Perú registraba 50% de posibilidades para un fenómeno de El Niño.

En los últimos días, los ríos Tumbes y Santa —este último, ubicado en Áncash— registraron un aumento considerable de sus caudales.

Hace dos semanas, en la región La Libertad, una lluvia de 13 horas inundó las calles, zonas agrícolas y recintos arqueológicos de Trujillo.

 

El Comercio