villas boas

 

Por Mónica Belling

Los investigadores iberoamericanos en minería están de luto. Ha fallecido el destacado profesor, el gran científico y sobre todo, el gran amigo Roberto Villas Boas.

Un científico que estuvo convencido de que el desempeño exitoso de una operación minera depende fundamentalmente de la variable social, al igual que de la económica o la ambiental.

Como todo hombre exitoso de ciencia, Villas Boas se adelantó varias décadas al contexto en el que se desenvolvía: “La minería es una solución, no un problema”, aseveró  durante su vanguardista discurso en el Seminario internacional Sustentabilidad y Minería, organizado por Belling Comunicaciones, con el apoyo de la PUCP, hace dos años en Lima.

Por el estrecho vínculo que tenía con nuestro medio de comunicación, Villas Boas deslumbró ad honorem a científicos peruanos y a universitarios al explicar su estudio multidisciplinario titulado Indicadores de la Sustentabilidad para la Industria Extractiva

Aquella vez, al igual que lo hizo en países y  casas de estudio como la Universidad de Dundee, resaltó que el mundo actual necesita replantearse el concepto de recursos renovables y no renovables, apelando con rigurosos métodos científicos, que incluyen la Matemáticas y la Estadística.

Cabe señalar que reprodujo estas lecciones en la Perumin 31- Convención Minera, poco tiempo después, sacudiendo positivamente al sector extractivo nacional por el giro que implicaba aceptar sus nuevos planteamientos.

¿Cuál era su mensaje? Había llegado el momento de poner en el centro del debate los términos sustentable y no sustentable en reemplazo de lo renovable y no renovable y fue Villas Boas quien lo hizo evidente para el globo.

“Existen recursos, algunos que no son sustentables para su uso y otros que sí lo son. Por ello consideró que la conceptualización de Recursos Sostenibles y Recursos No Sostenibles están sujetos a los acuerdos de la sociedad (…) Podemos hablar de recurso sustentable y no sustentable aunque exista los renovables y no renovables, pero que no signifique lo mismo que en 1700, sentenció”, alertando que graficar la realidad y acciones a tomar en la industria a partir de lo no renovable era obsoleto.

Su hipótesis respaldada con fórmulas y sustentada ante la Comisión Económica de las Naciones Unidas para Europa (UNECE) fue aceptada hace poco tiempo, luego de muchos años de estudio y la presentación de diversos casos en el mundo.

Para esta sustentación de gran impacto proponía que son necesarias algunas formulaciones lógicas en cuanto a los conceptos de Desarrollo Sostenible, Indicadores de Desarrollo Sostenible, Yacimiento Sostenible y Mina Sostenible.

A su vez, el investigador afirmó que es un compromiso urgente que las industrias sean más eficientes, y responsables defendiendo a capa y espada la necesidad de establecer una relación entre la población y el equilibrio que debe tener con el ecosistema y los recursos naturales.

Por otro lado, siendo la sustentabilidad el eje del nuevo camino que graficó para la minería y campos afines, Villas Boas recomendó prácticas, ahora asimiladas, como el desarrollo del turismo, aprovechando la actividad post minera, así como los recursos metalúrgicos y geológicos.

En otra arista, fue un profético analista de los conflictos minero-ambientales al sostener que “este tipo de conflictos de ‘No a la minería’ están ahí, y para superarlos es necesario un contacto amigable en el área donde se instalará la mina”.

“El tema con la comunidad es una negociación, en la que los dos lados se sienten ganadores de algo”, manifestó en nuestro país, en base a su vasto conocimiento de la realidad en países como la labor ejemplar que la industria extractiva de Canadá realiza en el Bosque Boreal, (dos veces más grande que el área de la Amazonía).

Es casi innecesario recalcar, por su prestigio intercontinental, que Roberto Villas Boas, de San Pablo, Brasil, se graduó como Ingeniero de Minas y se Doctoró en Ingeniería Metalúrgica y de Materiales en la COPPE, Universidad Federal de Río de Janeiro. Su legado académico, titánica capacidad de oratoria y nobleza para entablar una amistad hicieron de él un hombre con un aura única.

Cuál notable  investigador emérito del Centro de Tecnología Mineral de Río de Janerio (CETEM), del que fue su primer director,  ha sido autor y editor de una gama de libros, todos ellos disponibles en Internet para concretar su gran anhelo: el aprendizaje e impulso científico de la juventud iberoamericana.

Además fue Director de la Unión Panamericana de Ingenieros y Coordinador Internacional de Tecnología Mineral en su querido CYTED (Programa Iberoamericano de Ciencia y Tecnología para el Desarrollo).

Es indudable que sus investigaciones contribuirán notablemente a la minería,  permitirán el descubrimiento de novedosos recursos minerales y ya son el punto de partida para nuevos sistemas y modelos de desarrollo social ligado a las industrias. Su aporte ya es parte del acelerado avance de la ciencia que experimenta, in crecento, la humanidad.

El profesor Villas Boas está a la altura y encaja en la vitrina de los grandes hombres del siglo XXI, pero por encima de lo que historia versará sobre su obra, desde ProActivo enfatizamos su principal virtud: ser un inolvidable e incondicional amigo.