Drago Kisic, Presidente del CADE Universitario.

  • Son 650 estudiantes de los mejores universidades e institutos, públicos y privados, provenientes de todas las regiones.
  • Contará con la asistencia de destacados líderes del sector público, privado y la academia: Fernando Zavala, Salvador del Solar, Pablo de la Flor, Alberto Vergara, Carolina Trivelli, Carlos Ganoza, Elsa del Castillo, Jorge Yamamoto, Beatriz Boza, entre otros.
  • Más de 13 mil jóvenes han formado parte del CADE Universitario desde 1995.

Hoy se dio Inicio a la vigésima tercera edición de CADE Universitario 2017, el encuentro anual de jóvenes organizado por IPAE que reúne a 650 de los mejores estudiantes de universidades e institutos, públicos y privados, provenientes de todas las regiones y hasta el momento, en todas sus ediciones, más de 13 mil jóvenes se han convertido en cadeistas.

“Hagamos lo correcto, hagámoslo siempre” es el lema de este año. El evento se desarrolla en la Escuela-Naval de la Marina de Guerra del Perú – Callao, hasta el 24 del presente mes.

“Este año, CADE Universitario nos invita a reflexionar y actuar correctamente para hacer del Perú un país unido, desarrollado y próspero.” expresó Drago Kisic, Presidente del CADE Universitario. “El Perú tiene la mejor oportunidad de su historia para avanzar a ser una Nación unida, con mayor bienestar para su población y avanzando hacia el desarrollo. A pesar de las dificultades del presente año – y los anteriores – esta oportunidad se mantiene vigente y depende de lo que hagamos los peruanos.” agregó.

La encuesta realizada por IPSOS en la última edición 2016 de CADE Universitario mostró que el 70% de los cadeistas universitarios cree que para lograr un crecimiento económico significativo y sostenido en el tiempo requiere eliminar la corrupción en el Estado y que el 54% considera que la institucionalidad en el país es débil.

Los participantes podrán reflexionar sobre los principales desafíos y oportunidades del país, y en particular: (i) respecto de la importancia del respeto y efectiva vigencia de una institucionalidad pro bienestar, ciudadanía y desarrollo, (ii) de la necesidad y de los beneficios de actuar correctamente, (¡ii) de la incidencia negativa de la corrupción y de los comportamientos no íntegros.