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El Perú mantuvo 21 años de crecimiento ininterrumpido, lo que ha sido fundamental para la reducción de la pobreza. Crecimiento económico basado en estabilidad macroeconómica, apertura comercial y promoción de la inversión privada.

En este camino, la actividad minera, que representa el 9.1% del PBI, ha sido fundamental, al convertirse en un motor de desarrollo económico y social descentralizado, en la principal fuente de divisas para el país y en generador de importantes recursos para los Gobiernos regionales y locales. Hoy esta actividad también tiene un rol clave en la reactivación económica del país.

En primer lugar, según cálculos del Ministerio de Economía y Finanzas, por cada millón de dólares que se invierte en la construcción de un proyecto minero se generan 1.8 millones de dólares en efectos directos e indirectos. Además, la inversión minera representa un 15% de la inversión privada. Son claras su importancia y su efecto catalizador.

En segundo lugar, las exportaciones mineras representan el 60.3% de las exportaciones totales y son la principal fuente de divisas del país. El cobre[1] fue el producto más exportado y representa el 52.4% de nuestros envíos mineros del rubro tradicional y el 31% del total de nuestras exportaciones al mundo; seguido por el oro, con una participación del 27.2%, y el zinc, con el 6.8%.

En tercer lugar, esta actividad genera importantes recursos para los Gobiernos regionales y locales. Así, en los últimos 5 años ha generado cerca de S/ 20,000 millones por concepto de canon y regalías mineras. En 2019, las regiones recibieron S/ 4,656 millones y este año ya se les entregó S/ 2,069 millones. Áncash y Arequipa reciben más del 50% de estos recursos.

Queda claro que no existe un problema de recursos, sino de falta de capacidades y gestión para su uso eficiente en favor de la población. En 2019, los Gobiernos locales solo ejecutaron el 64.7% de los recursos totales por canon, mientras que los Gobiernos regionales, el 62.6%. En lo que va de este año, apenas han ejecutado un 26.3% y un 27.3%, respectivamente.

Un ejemplo es el Gobierno Regional de Áncash, que en el primer semestre se ubicó como el primer productor de zinc y plata, el segundo de cobre y el tercero de molibdeno en el país. Sin embargo, la tasa de letalidad por la COVID-19 es del 6.2%, frente al promedio nacional actual del 4.3%. Además, un 35.3% de la población no tiene acceso al agua potable de red pública y un 27.3% no accede a la red pública de alcantarillado. Con un mejor uso de los recursos por canon y regalías mineras, seguramente habrían estado mejor preparados para enfrentar la pandemia.

Impulsar la inversión minera debe ser una prioridad por su efecto dinamizador y por la generación de recursos tan necesarios para financiar programas de apoyo a las familias vulnerables, así como para invertir en servicios públicos de calidad para la población.

Fuente: ComexPerú


[1] El valor de las exportaciones de cobre de enero a julio de 2020 incluye: Cobre, concentrados y minerales (US$ 5,133 millones); Cobre Refinado (US$ 999 millones) y Cobre Blíster (US$ 16.4 millones).