Cecilia Gonzales

Por Cecilia Gonzáles

Con varios años de experiencia en el sector minero, hemos visto los vaivenes cíclicos propios de la industria. Coexistimos con las vacas gordas y las vacas flacas. Siempre confiando en su valor y en la importancia que tiene para el país.

En las últimas décadas acompañamos, asesoramos y criticamos la regulación que se ha ido generando alrededor de las diversas actividades mineras. Siempre con un solo interés en mente, el interés común por un aprovechamiento sostenible de los recursos de todos los peruanos.

Durante los últimos años fuimos testigos incrédulos de cómo otro tipo de intereses, no tan solapadamente, han ido tomando preponderancia en el fusor de decisiones de corte político, legislativas y regulatorias.

Estando a puertas del PDAC 2024 quisiéramos que el Estado aprovechara esta oportunidad para adoptar una actitud constructiva y permeable frente a las preocupaciones de los diversos actores relevantes que nos daremos cita en Toronto.

El reciente nombramiento de un ministro con amplio conocimiento técnico nos da la oportunidad de dirigir el sector con entendimiento de las vicisitudes de hacer minería en el Perú. Alejada por principio, de las economías informales que generan grandes zonas grises y espacios de los que se nutre la ilegalidad. Basada en la separación de poderes, el respeto irrestricto a la ley e instituciones. Orientados por el bien común.

Esperamos que nuestras autoridades rechacen de plano cualquier influencia de intereses o economías ilegales y actúen conforme a ley.

Trabajemos como sector para restablecer la capacidad de atracción de inversión del país y reflotar nuestra minería de clase mundial. Busquemos impulsar la minería y no solo ciertos proyectos, adoptemos medidas reales y eficaces.