Raúl Castro y Barack Obama (Foto: Reuters)

Raúl Castro y Barack Obama (Foto: Reuters)

  • Cuba ha podido mantener su régimen autoritario en buena medida por la política estadounidense y el restablecer los lazos diplomáticos, en sólo un gesto.
  • Si EU reconoció el fracaso de su política en contra de la Isla, quizá podríamos ver un desistimiento de una guerra contra las drogas que ha sido tan ineficaz como el embargo a Cuba.

“El embargo… ha sido utilizado por el régimen (cubano) para legitimar la represión contra los demócratas”.

Se requirió la intervención de un papa para poner fin a una política que en más de medio siglo no ha rendido frutos. El acuerdo entre los presidentes Raúl Castro y Barack Obama para restablecer relaciones diplomáticas entre Cuba y Estados Unidos es el reconocimiento de un gran fracaso.

A los que pensaron que el bloqueo diplomático y el embargo económico servirían para forzar un cambio político en Cuba, sólo hay que recordarles que el próximo 1o. de enero el régimen revolucionario cubano cumplirá 56 años.

El restablecimiento de lazos diplomáticos no es más que un gesto en un proceso complejo. Marco Rubio, un influyente senador republicano de Florida de ascendencia cubana, escribió en un artículo en el Wall Street Journal que el acuerdo entre Washington y La Habana es “una victoria para la opresión”.

Del otro lado del estrecho de la Florida, en cambio, la Unión Patriótica de Cuba (UnPaCu), uno de los grupos disidentes más influyentes de la isla, señaló que “Tras el anuncio del Presidente de Estados Unidos, Barack Obama, sobre la apertura de nuevas relaciones con Cuba… el gobierno de Cuba pierde la gran coartada para justificar la represión y la falta de derechos humanos”.

Mientras que la mayoría de los cubanos anticastristas en Estados Unidos parece rechazar la apertura, la disidencia en Cuba la acepta, aun sin abandonar su escepticismo ante el régimen, como una oportunidad. Los exiliados, por supuesto, no tienen que vivir en Cuba ni sufrir las consecuencias negativas del embargo tanto en lo económico como en el fortalecimiento del régimen autoritario.

El presidente Obama puede establecer relaciones diplomáticas, pero no tiene la facultad de abrogar el embargo. Éste ha sido legislado por el Congreso y la legislatura tendría así que eliminarlo. Pero a partir de enero las dos cámaras estarán en manos de un Partido Republicano que no tiene ninguna gana de colaborar con el demócrata Obama. Por lo pronto el senador Rubio ya declaró: “Este Congreso no va a levantar el embargo”.

Ni siquiera el restablecimiento de relaciones diplomáticas será tan fácil ante la hostilidad del Congreso. Cualquier embajador en La Habana tendrá que ser ratificado por el Senado mientras que el presupuesto para establecer una embajada en La Habana debe ser aprobado por las dos cámaras del Congreso.

La verdad, paradójicamente, es que el aislamiento y el embargo no han servido para nada. Cuba ha podido mantener su régimen autoritario a pesar del desplome de los países comunistas de Europa oriental en buena medida por la política estadounidense. Ésta le ha dado al régimen la excusa ideal para convencer al pueblo cubano de que los fracasos económicos del país son culpa de Estados Unidos.

Después de más de medio siglo de fracasos, Obama tiene razón en buscar una estrategia que funcione mejor. Para Raúl Castro, sin embargo, el cambio de rumbo puede ser más importante. Con sus 83 años de edad, el presidente cubano sabe que tiene que dejar un sistema que tenga mejores posibilidades de sobrevivir que el actual. El desplome de los precios del petróleo le genera nuevos retos a Cuba, a pesar de ser un importador de combustibles. “Lo que está en juego aquí es cómo subsiste Cuba sin el subsidio venezolano”, me dice Jorge Castañeda.

El que un gobierno tan arrogante como el estadounidense esté dispuesto a reconocer el fracaso de una política de casi 55 años puede ser una buena señal en otros temas. Quizá significa que podríamos ver también un desistimiento de una guerra contra las drogas que ha sido tan ineficaz como el embargo a Cuba.

¿DEMASIADO BUENO?

Fue un fulgurante operativo policial. El diputado local perredista David Martínez Martínez fue secuestrado en Temixco, pero en unas horas la policía de Morelos encontró la casa de seguridad y lo rescató. Ocho presuntos miembros de Guerreros Unidos fueron detenidos y declararon haber secuestrado al legislador en represalia por el buen trabajo de Morelos contra el crimen organizado. ¿Será?

Terra