oroo

En un momento en el que cerca de US$8,1 billones en bonos estatales en el mundo implican que los inversores están pagándoles a los deudores por el privilegio de tener su deuda, es fácil entender por qué el oro y las empresas que lo extraen han vuelto a ganar aceptación.

Este año, los inversores colocaron US$8.900 millones en SPDR Gold Shares, más que en ningún otro de los fondos negociados en bolsa (ETF, por sus siglas en inglés) monitoreados por Bloomberg. En el primer trimestre, unos 1.100 gestores de fondos, entre ellos el multimillonario George Soros, compraron más de 78 millones de acciones de Barrick Gold Corp., la productora más grande del mundo, muestran presentaciones de la compañía. Los precios del oro tuvieron el mejor comienzo de año en una década y se duplicó el valor de una cerca de una decena de mineras de gran tamaño.

Los factores que impulsan el aumento son la búsqueda de activos más seguros ante la desaceleración del crecimiento global y el atractivo que ejerce el lingote como moneda alternativa por si inflación acelera. Elinversor multimillonario Stan Druckenmiller dijo que él apostó al oro después que el estímulo sin precedentes de los banqueros centrales generara “la idea absurda de las tasas de interés negativas”. David Einhorn, un gerente de fondos de cobertura, dice que “las políticas monetarias contraproducentes” implican que los precios tienden a aumentar.

“Cuando hay que pagar para que le guarden a uno su dinero, de repente tiene sentido poseer oro, porque aunque el metal no pague nada, al menos no hay que pagar”, dijo Alan Gayle, estratega superior de RidgeWorth Investments, con sede en Atlanta, que administra US$38.000 millones. La decisión de Soros y otros de tener acciones de Barrick, que traen el beneficio adicional de un dividendo, “podría ser una señal de que ahora hay algunas manos fuertes el sector”, dijo él.

En alza

Tras bajar durante tres años consecutivos, este mes el oro tocó US$1.303,82 por onza, el valor más alto en 15 meses. Incluso con un retroceso reciente, los precios aumentaron 15 por ciento desde el fin de diciembre, el mayor avance al comienzo de un año desde 2006. Los ETF con garantías de metales preciosos registraron un flujo de entrada neto de US$18.000 millones este año, en comparación a US$758 millones para los fondos con acciones como garantía, muestran datos monitoreados por Bloomberg.

Las tasas de crédito en Japón y la zona euro son negativas y la Reserva Federal (Fed) viene sacando a las tasas de interés en Estados Unidos de su valor casi nulo con más lentitud de lo esperado, lo que ha provocado una caída en el valor del dólar frente a otras monedas desde el 31 de enero hasta abril. Al oro también lo empuja la preocupación por el aumento de la deuda y la desaceleración del crecimiento en China, la segunda economía del mundo, dijo Chad Morganlander, gerente de cartera de Florham Park, Nueva Jersey, en Stifel, Nicolaus & Co., que administra cerca de US$180.000 millones. El fondo empezó a agregar al oro a su recomendación de asignaciones en enero, tras evitar el metal durante varios años.

Los inversores vienen respaldando sus dichos con hechos. Duquesne Family Office LLC, presidida por Druckenmiller, compró 1,8 millones de acciones de Barrick a US$24,9 millones en el primer trimestre, según una presentación ante el ente regulador hecha el 16 de mayo. Las tenencias de oro de Greenlight Capital Re Ltd., una empresa de Einhorn, crecieron de US$98 millones en el cuarto trimestre de 2015 a US$172,7 millones en el primer trimestre de este año, mostró otra presentación ante el ente regulador. El Sistema Jubilatorio de Docentes Estatales de California aumentó sus tenencias de acciones de Newmont Mining Corp. y Tudor Investment Corp. compró acciones de Rangold Resources Ltd. y Royal Gold Inc.

“Especialmente después del aumento reciente, yo estaría tomando las ganancias y yendo en dirección opuesta”, dijo Sameer Samana, estratega cuantitativo global en St. Louis de Wells Fargo Investment Institute, que administra US$1,6 billones. “Se dan esas alzas espectaculares que vuelven a absorber a la gente. Esto podría durar años, en los que no haremos más que rebotar entre esas franjas muy amplias y volátiles para estas materias primas”.

Revistamercado.do/Bloomberg