Orestes Cachay Boza, Rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM)
ProActivo
El libro “Historia de un Minero” escrito por Guido del Castillo, exitoso y experimentado empresario minero, constituye un valioso testimonio personal e histórico del desarrollo innovador que se le imprimió a la minería peruana a partir de las décadas del 50 y 60, superando múltiples dificultades trabajando en latitudes que llegan hasta los 5 mil metros sobre el nivel del mar.
Así lo destacó el Rector de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos (UNMSM), Orestes Cachay Boza, en declaraciones a ProActivo durante la presentación de esa importante obra, que se realizó en el Museo de Minerales Andrés del Castillo (MAD).
“En realidad tomar nota, escribir las historias de un minero es muy importante, porque se trata de un sacrificado trabajo, cuya producción no se da a nivel del mar, sino que los recursos se buscan y se explotan entre los 4,500 y 5,000 metros de altura, lo que trae grandes dificultades para la producción final”, agregó.
Innovador en su época
La autoridad universitaria afirmó que Guido del Castillo, sin duda alguna, ha sido uno de los grandes innovadores mineros de su época, entre los años 50 y 60, contribuyendo con su gran esfuerzo a potenciar la producción minera nacional.
“Y su historia, sus vivencias, incluso algunas de apariencia ingenua, como lo que hemos escuchado, encierran un gran valor que forman parte de la historia de una zona y región minera; de cómo vivir con personas extrañas, de otras costumbres, con otro pensamiento, con otro sistema de formación y distinta alimentación”, detalló.
“Ahí no habían las facilidades de hoy, él (Del Castillo) ha ingerido alimentos contra su voluntad, cosas que nunca pensó comer, y ha visto que eso se ha ido cultivando año a año y hoy lo muestra en su libro”, acotó.
Refirió que convivir y trabajar en poblaciones situadas en lugares tan remotos, a grandes altitudes y con frío y heladas, “no es nada fácil”.
Interés por educación y formación de estudiantes
Cachay hizo alusión que, en su valioso documento, Guido del Castillo, rinde un justo y emotivo homenaje a su hijo, Andrés del Castillo, fallecido muy joven y minero como él, y en cuya memoria creó el MAD.
“Con ese recuerdo de su vástago y el museo que creó, Guido del Castillo está mostrando la calidad humana que él tiene y su interés por la educación y por la formación de los estudiantes peruanos. Y en su obra muestra a los alumnos el trabajo que realizó en la minería para decirles: “Miren la riqueza que tiene el Perú y cómo se explotaba antes, sin la tecnología de punta de hoy en día”, elogió.
Aseguró que en el contexto actual álgido que vive la minería nacional, el testimonio del libro de Del Castillo, presenta un enriquecedor contenido que invita a reflexionar y a valorar en su exacta dimensión la gran trascendencia que tiene la minería para el desarrollo del país, por lo que hay que saber valorarla en esa medida.
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