eduardo hochschild

Fuente: Gestión

El empresario espera que Hochschild Mining esté entre las 20 más grandes del mundo. Recomienda invertir en la bolsa.

Eduardo Hochschild tiene 49 años, ocupa el puesto 704 entre los hombres más ricos del mundo, según la revista Forbes, que le calcula una fortuna de US$ 2,100 millones. Él posee una fórmula basada en tres palabras: Fe, familia y formación. Esa es su clave.

“Nadie es tan fuerte para no necesitar la ayuda de un milagro o que no requiera la inspiración que solo puede alcanzarnos alguien perfecto en el momento necesario”, expresó el ejecutivo en el segundo día de conferencias de la CADE.

Pero también pidió renovar esa fe espiritual en uno mismo. “Crean en ustedes, en sus proyectos”, recomendó.

Eduardo Hochschild tiene fe, y una familia, un pasado. Pero su núcleo no es solo esa familia, también sus colaboradores y los miembros de las comunidades donde se ubican Pacasmayo y Hochschild Mining.

“Cuando el país y el sector minero atravesaban un difícil momento, la fe de mi familia, y mi fe en mí, me permitieron asumir con decisión el reto de continuar y mejorar la tarea iniciada hace más de cien años por Mauricio Hochschild y luego por mi padre, Luis Hochschild”, comentó.

El papel de la educación

Son tres f. Así se puede resumir la presentación del ejecutivo. Hochschild está convencido en el papel de la formación de los profesionales gracias a la educación.

“En materia de educación hay muchísimo por hacer en nuestro país. Hay que reformarla (…) El desarrollo de nuevas tecnologías ha cambiado el concepto de educación, pero aún no lo hemos percibido y mucho menos entendido”, reflexionó.

Hace diez días puso la primera piedra de lo que será el campusdela UTEC,su universidad dedicada a la enseñanza de tecnología. En la CADE recordó que la economía de Estados Unidos la manejan ingenieros y no abogados. Ese interés por la formación lo heredó de su abuela, que fue educadora, y de su padre, quien fundó Tecsup.

La formación lo ha llevado a tener otra fe: en los jóvenes. Confiesa que en sus empresas se rodea de ellos.

“Crean en las nuevas generaciones, porque con ellas tendremos futuro y no solo, presente”, añade.

En esa misma línea pidió a sus colegas apostar por la educación y la capacitación permanente “para ustedes y para quienes trabajan con ustedes, (porque) nada será más redituable”.

Largo camino

Eduardo Hochschild se hi zo cargo de la compañía con 35 años de edad, y tomó a decisiones que marcaron la a compañía. La estrategia pasó por identificar los activos y con mayor potencial en el grupo, y deshacerse de aquellos que no le agregaban valor al “core business”.

El segundo paso fue más atrevido: en el año 2000 invirtió todo lo que tenía en ese momento. “Endeudarme al tope para consolidar la propiedad, y estabilizar y desarrollar ambos negocios, el minero y el cementero”, detalla.

Tercer reto: la internacionalización del Grupo Hochschild. Ese fue el punto de inflexión. En el año 2006 Hochschild Mining se convirtió en la primera empresa latinoamericana que, en más de cien años, emitió acciones en el mercado principal de la Bolsa de Londres.

¿Por qué Londres? Porque es la plaza en la que están listadas 18 de las 20 primeras empresas mineras del mundo, “y a eso es a lo que aspiramos”.

El papel de la bolsa

Durante su presentación, Hochschild recomendó a • los empresarios a que inviertan en la bolsa. La experiencia de su compañía minera en Londres le ha permitido, por ejemplo, levantar recursos para financiar proyectos en Perú, México, Argentina, Chile y Canadá. “Y es así cómo en solo seis años, HOC se ha convertido en la cuarta productora básica de plata a nivel mundial”, detalló. Esa situación le permitió seguir adelante, por lo que en febrero del 2011 decidió

llevar a Cementos Pacas mayo al New York Stock Exchange, pese a que desde nueve meses antes no se había registrado ni una sola emisión de acciones latinoamericanas en Nueva York, y a pesar de que cientos de IPO habían tenido que ser archivados.

“De esa manera, nuevamente logramos levantar los fondos necesarios, esta vez para la expansión de Pacasmayo (este año abrirá la tercera planta, en Piura), y para el desarrollo de Fosfatos del Pacífico, a la que listamos en la Bolsa de Valores de Limay luego la asociamos con Mitsubishi Corporation para desarrollar uno de los mayores depósitos de fosfatos de América Latina”, comentó.