ppk gabinete

 

La conformación del primer gabinete de PPK, decisión anunciada dos semanas antes de la toma de mando del 28 de julio del 2016, ha sido objeto de comentarios con interpretaciones disímiles de columnistas, editorialistas y expertos.

Antes de la toma de mando, los medios de comunicación emitieron una variedad de opiniones sobre la composición del gabinete presidido por Fernando Zavala, comenzando a perfilarse dos tipos de interpretaciones: La primera, que terminó predominando debido al endoso de los grandes medios de comunicación, es que se trata de un “gabinete de técnicos independientes”. La segunda, que no sabemos qué tanto ha logrado calar, aunque sospechamos que tiene acogida silenciosa, es que más bien estamos frente a un “gabinete de empresarios”. Ambas tesis se apoyan en distintas maneras de ver a los ministros y su trayectoria profesional, de modo que vale la pena darle una mirada a todos los ministerios y hacer las comparaciones y precisiones del caso para ver cuál tesis tiene mayor validez.

Rosa Maria Palacios, emite en su conocido blog una opinión el 18 de julio, indicando las similitudes y diferencias en el gabinete. Su balance se va al principio por las ramas y después se centra en la preocupación central: que el gobierno y el gabinete de PPK esté lleno de lobistas. Empieza señalando que en gabinete existe una “disparidad hombres/mujeres”, que es “limeñísimo”, que muchos tienen experiencia como funcionarios (ministros, viceministros, asesores, gobernadores y congresistas), que la mayoría son altamente educados y, finalmente, que una buena parte tiene experiencia en organismos internacionales. Palacios concluye su análisis negando lo que otros afirman: “no es pues un gabinete de empresarios. Esta es una lectura errada”. Aún así, admite que “es cierto que hay una cuota de experiencia empresarial”, mencionando el caso del premier Zavala y comentando entusiasmada: “eso debería ser celebrado”. Tampoco deja de mencionar el caso más evidente de “puerta giratoria”, Cayetana Aljovín, Ministerio de Inclusión Social, indicando que, al provenir de la consultora Llorente y Cuenca, reconocida institución lobista, “no veo que conflicto de intereses pueda tener en este sector”. Olvida mencionar que también viene de la CONFIEP (la confederación empresarial más importante del Perú).
Cayetana Aljovín, nueva ministra de Desarrollo e Inclusión Social. Foto: Llorente & Cuenca.

Cabe mencionar que el mismo 18 de julio que Rosa María Palacios publicó su análisis, el diario El Comercio, cabeza del grupo mediático más grande e influyente del país, cita una reunión del presidente con su recientemente formado gabinete. Por razones que parecieran confirmar la tesis alternativa, PPK “pide a sus ministros evitar conflicto de intereses”. Esta admonición dice muchas cosas pero para mí implica ante todo un reconocimiento explícito sobre qué clase de gente ha convocado a su gabinete, lo que nos lleva a considerar todos los nombramientos, empezando por los puestos más poderosos.

Para empezar, el propio Presidente es ante todo un empresario, en el sentido que durante gran parte de su vida ha participado en directorios, sobretodo de empresas en el exterior, destacando Toyota Corporation y dirigiendo un banco de Boston, pero también porque después ha formado y dirigió un fondo de inversiones en Estados Unidos. Pero recordemos que también ha gerenciado empresas peruanas, siendo la más importante Edelnor, empresa eléctrica que se forma luego de la privatización, y que fue objeto de controversias tributarias al autoexonerarse del pago de impuesto a la renta en el periodo 1994-2000, dato que ha sido olvidado y que ningún rival mencionó en la campaña. Además de ello, sabemos de sus decisiones como ministro para evitar que Edelnor cumpliera con sus impuestos y, más generalmente, su posición siempre a favor de las grandes inversiones privadas. Finalmente, está el hecho que entre cargos ministeriales durante el gobierno de Toledo, asesoró a Hunt Oil según afirmó la revista de negocios Forbes de los Estados Unidos.

Aunque en la campaña PPK se presentó como el hijo de un médico de los pobres, su carrera y la mayor parte de los cargos, los ha tenido en los organismos financieros internacionales (Banco Mundial) y  sobre todo en grandes empresas privadas. Su estrategia comunicativa, precisamente, ocultó adrede este rasgo. Lo que hoy se dice en los medios es, precisamente, una continuación de una línea argumentativa para presentar a un PPK como “tecnico independiente”, calificativo que ahora se extiende a sus ministros que, en realidad, tienen una trayectoria muy parecida a la de su jefe.

Martín Tanaka, en una entrevista en El Comercio el 18 de julio, sostiene acertadamente que “en el gabinete ocurre una prolongación del perfil de PPK”, sin embargo, olvida mencionar la relación de PPK y la mayoría de sus ministros, y los más importantes, con el mundo de las corporaciones. Al parecer esta tesis considera que lo que hace a un ministro independiente es no estar vinculados a partidos, es decir que son políticamente independientes, pero la cuestión es si lo son con entes más poderosos, que es el caso de las corporaciones privadas.

Sintomáticamente, en una larga conversación telefónica que sostuve con un periodista delWall Street Journal, todas las preguntas eran sobre PPK como lobista y el possible (en realidad probable), problema de conflicto de intereses de un gobierno como el suyo.

“La invocación del propio presidente a sus ministros no puede ser más elocuente: les pide que se cuiden del conflicto de intereses entre lo privado y lo público, es decir, entre los grandes intereses económicos, tan bien conectados con este gabinete, y las políticas de Estado que deben ser, primero que todo, para todos”.

Por un momento, luego de la firma de numerosos compromisos firmados con organizaciones sociales, pensé que, dada su trayectoria y reputación, iba a “equilibrarlo” colocando ministros verdaderamente independientes en ministerios sociales, dejando a los empresariales y pro empresariales en los ministerios económicos. Me sorprende que no ha sido así. Creo sinceramente que su gobierno empieza mal al reforzar la percepción que se trata de un gobierno de representación directa del gran empresariado y sus aliados nacionales e internacionales. Pero vayamos por partes; veamos el gabinete y evaluemos tanto su composición, los pesos internos, como sus orígenes y orientación.

El premier Fernando Zavala pasó el 2006 del grupo consultor Apoyo al Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), siendo primero viceministro y pasando después a ministro por recomendación de PPK. Luego se integró a las cerveceras privadas, teniendo antes de este último nombramiento, el cargo de gerente general del gigante Backus y Johnston, propiedad de la multinacional SAB Miller. No puede ser por tanto más empresarial.

El MEF está a cargo de Alfredo Thorne, quien fue primero economista del Banco Mundial, pasando luego a ser director ejecutivo del JP Morgan Chase, el banco más grande del mundo, rama de Lima. Luego sirvió en la banca mexicana varios años. El 2011 formó su propia consultora empresarial y en el periodo 2011-2015 ha sido director de Prima AFP (grupo Romero). Es su primera entrada al mundo de la política ministerial.
Alfredo Thorne, próximo titular de Economía y Finanzas. Foto: Peruanos por el Kambio.

Alfonso Grados, quien estará a cargo del Ministerio de Trabajo y Promoción Social, empezó en cerveceras privadas, luego entró a Interbank (del grupo Rodríguez Pastor), donde hasta hace poco ha sido vicepresidente de operaciones. Ha participado en la campaña a favor de PPK reclutando fondos con la venia de su grupo, empezando en el exterior y es el ministro más directamente ligado a un gran grupo de poder peruano.

Cayetana Aljovín (Ministerio de Inclusión y Desarrollo Social) tiene una trayectoria similar al Premier, alternando entre puestos privados y públicos. Ha sido asesora de la PCM de 1996 a 1998, y secretaria general del MEF en 1998, en plena era fujimorista. En 1999 entró como directora de BellSouth Perú y en agosto de 2006 fue directo a ocupar el Viceministerio de Transporte y Comunicaciones luego de ser “consultora de Nextel” hasta dos meses antes de pasar al Estado, según su curriculum vitae (Ver “La ministra Aljovín y la consulta que gestiona crisis empresariales”). El 2009 fue directora de Proinversión y el 2013 directora general de la empresa lobista española Llorente & Cuenca (que tiene al grupo Romero entre sus principales clientes). Además (dato que Palacios olvidó), el 2015 fue elegida vicepresidenta de la CONFIEP, la confederación de las grandes empresas privadas.  Curiosamente, fue nombrada en un cargo donde hay numerosos (y auténticos) “técnicos independientes”.

Eduardo Ferreyros fue ministro de Comercio Exterior y Turismo durante el gobierno de Toledo. Apenas dejó el cargo, pasó a ser gerente general de COMEX, el gremio de los grandes exportadores privados que fundara el empresario Juan Francisco Raffo a mediados de los años 90 para independizarse de ADEX, que representa más bien a medianos y pequeños.

Eduardo Ferreyros, nuevo titular de Comercio Exterior y Turismo. Foto: PromPerú.

Gonzalo Tamayo, entra al Ministerio de Energía y Minas luego de servir como gerente general de Macroconsult, una de las tres consultoras corporativas más importantes del país, junto con Apoyo (donde se formó el premier Zavala) y el Instituto Peruano de Economía (donde trabajó Fritz DuBois, quien fue esposo de Cayetana Aljovín, antes de entrar al grupo El Comercio. Du Bois murió en mayo de 2014). (Entre los clientes de Macroconsult figura la Sociedad Nacional de Minería y varias empresas mineras y del sector hidrocarburos con las cuales Tamayo ahora deberá relacionarse desde su cargo de ministro. Ver su trayectorial en#TránsitoMinisterial).
Gonzalo Tamayo, próximo titular de Energía y Minas. Foto: Gestión.pe.

José Manuel Hernández, rostro menos conocido, es un ingeniero agrónomo que encabeza la consultora ATA, que tiene entre sus principales clientes a grandes corporaciones además de organismos internacionales y públicos. Entra al Ministerio de Agricultura y Riego como “técnico” pero no lo es tanto. Su libro, “Perú: el agro camino al bicentenario” (ATA 2011), revela que su visión del sector consiste en revolucionarlo a partir de grandes agroindustrias privadas y desarrollo tecnológico, razón por la cual critica el “excesivo fraccionamiento”, la “baja rentabilidad” y que “un alto porcentaje de tierras sea manejada ineficientemente por pequeños productores”. Si bien habla de pobreza, y afirma defender la equidad y el desarrollo sostenible, en ningun momento habla de los trabajadores rurales ni sus niveles de salario y condiciones de trabajo. En su libro no menciona la palabra “concentración de tierras”, aunque en su entrevista con El Comercio, del 21 de julio, afirma que no se debe “repetir el error de Olmos” donde se permitió que una sola empresa (Gloria, que no menciona por su nombre) acaparara una gran cantidad de tierras en la primera venta. Hay además un potencial conflicto de intereses con Empresa Hidroeléctrica Pucamarca S.A.C que dirige pues el 2015 obtuvo un permiso para ejecutar estudios de aprovechamiento hídrico (Así lo menciona Convoca.pe en su análisis sobre el gabinete).
José Manuel Hernández, próximo ministro de Agricultura y Riego. Foto: Walac.pe

Bruno Giuffra es otro consultor de grandes empresas que se estrena en la política. PPK lo ha colocado en el Ministerio de la Producción. Es fundador de Promotik una “exitosa” consultora corporativa con sedes en varios países latinoamericanos. Como su portal lo indica, se especializa en dar asesoría para ayudar a grandes empresas a “fidelizar” clientes, una de sus principales líneas de negocios.
Bruno Giuffra, próximo titular de Producción. Foto: Altavoz.pe

Hasta aquí todos estos 8 ministros son “más de lo mismo”. Este grupo esta intimamente ligado o proviene de las grandes empresas, teniendo a su cargo el premierato y los ministerios económicos más importantes:  Economia y Finanzas, Agricultura y Riego, Comercio Exterior, Produccion, Energia y Minas, además de dos ministerios sociales: Trabajo e Inclusión Social. A este poderoso grupo se suma un empresario más, en este caso provinciano y mediano, Vizcarra, constructor, quien fuera gobernador de Moquegua por un solo periodo. Es el único de los 9 empresarios ministros que pertenece al sector de mediana empresa, pero que está en el cargo más por sus cualidades políticas y representación provinciana que, a diferencia de los otros, por ser empresario o consultor de empresarios.

 

“PPK ratificó a Julio Velarde en el Banco Central de Reserva, quien fuera mantenido por Humala en el cargo a pedido expreso de la CONFIEP. Este nuevo gobierno más parece un directorio de la CONFIEP que un gabinete de un Estado soberano”.

En el resto de ministerios tenemos a una doctora y profesora universitaria, Patricia García, en Salud, a otra profesora universitaria, Elsa Patricia Galarza en Medio Ambiente, quien fue primero consultora del Ministerio de Agricultura en 1990 y 1992, luego en la Sociedad Nacional de Pesquería en 1994 y asesora del entonces Ministerio de Pesquería del 2001 al 2002, para después servir en 2003 como consultora al Ministerio de la Producción, que absorbió el de Pesquería. Jaime Saavedra, de larga trayectoria en el Banco Mundial, sigue en Educación (sobre el que cabe remarcar su experiencia en el Banco Mundial, organismo que propuso la educación con fines de lucro en el Perú, implementada con resultados más negativos que positivos). Por lo demás, un embajador profesional va a Relaciones Exteriores (Ricardo Luna), un abogado con experiencia ministerial va a Defensa (Cosme Gonzáles); un sociólogo, especialista en seguridad, va a Interior (Carlos Basombrío), y un sociólogo de antiguo pasado izquierdista que ha regresado al Perú de Mexico como consultor político entra a Cultura (Jorge Nieto); en Justicia, tenemos a una abogada pepecista (Soledad Pérez Tello). A este grupo secundario de ministros hay que anadir uno más, Edmer Trujillo en Vivienda y Construcción, puesto probablemente en el cargo a insistencia de Vizcarra, habiendo sido gerente de infraestructura del gobierno regional de Moquegua. Ana María Romero es ciertamente técnica e independiente y vuelve al mismo puesto (Mujer) que tuvo durante el gobierno de Toledo.

Tal ha sido el criterio de PPK para escoger su primer gabinete: “gente como yo”, todos exitosos y profesionales, donde los más poderosos vienen o están en corporaciones y consultoras de estos mismos grupos empresariales. No se esperan disidencias o matices en el gabinete cuando de grandes inversiones privadas se trate. Sus miembros principales, además, tienen un acento elitista. Una mayoría de los ministros y ministras son limeños de barrios elegantes; en fin, gente que pudiera haber sido seleccionada en un club de golf.

En el resto del gabinete, al estilo de Belaunde, hay un número de técnicos independientes de los partidos y también, hasta donde sabemos, unos pocos no relacionados a los poderes fácticos. Todos, o casi todos, coinciden en apoyar las ideas del Consenso de Washington, grupo al que pertenece destacadamente el propio PPK, pero  algunos guardan o han adquirido recientemente un cierto sentido de lo social desarrollado en la campaña, sobre todo luego de la firma de sus “compromisos”, pero estos acuerdos no se han reflejado en el gabinete. No se considera que están para eso.

“En Estados Unidos (Trump, de derecha, cierto, pero también Sanders, por el lado de la izquierda) están cansados de este enfoque (de tener como prioridad a las grandes corporaciones). El porqué es ahora más evidente: genera desigualdades”.

 

Por lo demás, la invocación del propio presidente a sus ministros elegidos no puede ser más elocuente: les pide que se cuiden del conflicto de intereses entre lo privado y lo público, es decir, entre los grandes intereses económicos, tan bien conectados con este gabinete, y las políticas de Estado que deben ser, primero que todo, para todos. Queda por ver a quiénes nombrará en los órganos de fiscalización:  administración tributaria, banca y seguros, organismos reguladores sectoriales e Indecopi. Es probable que se siga la misma lógica. A fin de cuentas, ratificó a Julio Velarde en el Banco Central de Reserva, quien fuera mantenido por Humala en el cargo a pedido expreso de la CONFIEP. Hablando de este organismo, y para terminar, este nuevo gobierno más parece un directorio de la CONFIEP que un gabinete de un Estado soberano.

Sus defensores dirán que, a fin de cuentas, estamos en los tiempos de la globalización, en fin, que hay que modernizarse, progresar; pero, justamente, es la globalización económica el problema en tanto reduce el margen de maniobra de los estados-nación y universaliza políticas económicas que tienen como primer beneficiario a las corporaciones, todo en un momento donde el Reino Unido, varios otros países europeos, están cansados de los lobbies en Bruselas. En Estados Unidos (Trump, de derecha, cierto, pero también Sanders, por el lado de la izquierda) están cansados de este enfoque. El porqué es ahora más evidente: genera desigualdades y se reduce la clase media y, añadiría de mi parte, porque todo ello también genera las condiciones para la “captura del Estado” por parte de las corporaciones. En ese sentido, ¿acaso PPK representa algo nuevo?

Visita ‘Tránsito ministerial’ y conoce qué cargos ocuparon los representantes de los 19 ministerios del próximo gobierno en el sector público y privado y descubre potenciales conflictos de interés. 

 

Fuente: CONVOCA.PE

Por Francisco Durand*