Samuel Gleiser

OPINIÓN
Samuel Gleiser
PRESIDENTE DE LA CÁMARA DE COMERCIO DE LIMA-CCL

Hoy lunes se inicia un capítulo de nuestra relación con nuestro socio, vecino y hermano Chile. Para los inversionistas internacionales se acaban las suspicacias sobre los límites, por lo que salimos del listado de los países con temas pendientes. Hecho que representa un importante avance tanto para el Perú como para Chile.

Así lo hemos visto nosotros, los miembros de la CCL y la Cámara de Comercio de Santiago, y por ello hemos puesto siempre nuestro mejor esfuerzo para que las palabras se conviertan en hechos. Esta forma de actuar nos permitió ir juntos a las casas de gobierno de Perú y Chile para manifestar a nuestros mandatarios nuestro parecer, sentir y proceder. El resultado de dichas reuniones fue la Declaración de los Emprendedores, mediante la cual ratificamos la voluntad de ambas partes de continuar trabajando a favor de la paz.

Hoy, iniciando el 2014, es imperativo seguir la senda que recorremos como ciudadanos del mundo y que nos ha dado excelentes resultados al ser socios de la Alianza del Pacífico y del Foro de Cooperación Económica del Asia-Pacífico (APEC).

La relación económica de Perú y Chile es intensa y a las cifras me remito: el intercambio comercial supera los US$ 3 mil millones, el monto más alto en la historia, gracias a la puesta en vigencia del Acuerdo de Complementación Económica (ACE).

¿Vale la pena seguir apostando por esta relación? Sinceramente, creo que sí. Invertir tiempo en esta sociedad creo que tendrá una alta tasa de retorno expresada en paz, bienestar, más inversión, mayor producción y más empleo.

Si Perú y Chile unen fuerzas, los climas nos permitirán ganar ampliamente en el mercado agroindustrial. Así, por ejemplo, si bien hoy el Perú es el sexto exportador mundial de uvas y Chile el primero, si sumamos nuestras ventas al exterior podremos duplicar el volumen que el segundo exportador mundial da al mercado, convirtiéndonos en los líderes mundiales. Similar situación pasará con las paltas, que de ser el cuarto exportador mundial y ellos el tercero, podríamos saltar al segundo puesto, muy cercanos a México, país que ocupa el primer puesto.

Como ven, mirar al futuro juntos, traerá más de un beneficio a todos, que se traducirá en más emprendimientos, más ingresos y, por supuesto, más trabajo para más peruanos. Este es nuestro deber histórico, señores, es por lo que nos juzgarán la historia y nuestros hijos. No dejemos que esta posibilidad se pierda y se sume a la lista negra de las oportunidades pérdidas.

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