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Maria Lourdes MogollonPor: María Lourdes Mogollón Rodríguez 
(Gerente de Consultoría Técnica de 3M Región Andina). 

Uno de los principales problemas de salud pública que enfrenta América Latina- conformada por 30 países, entre ellos Perú- es el alto índice de mortalidad que se registra cada año a causa de los accidentes viales. De acuerdo con el informe publicado por la Organización Panamericana de la Salud “Estado de la seguridad vial en la Región de las Américas”, esta región registra el 11 por ciento del total global de las muertes relacionadas con este problema, lo que representa la cifra de 155 mil personas.

A pesar de los esfuerzos que fueron planteados en los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Asamblea General de las Naciones Unidas para reducir a la mitad el número de muertes y traumatismos causados por el tránsito en 2020, aún hay mucho trabajo que realizar para lograr esta meta y solo será posible a través de la colaboración activa entre gobiernos, sociedad civil e iniciativa privada.

Para ello, los países de la región deberán de seguir priorizando las medidas multisectoriales de seguridad vial, tales como el mejoramiento de la infraestructura vial, la implementación de leyes y reglamentos apropiados, mejor atención médica posterior a las colisiones, así como mejor tecnología y seguridad en los vehículos, entre otros.

En caso particular de Perú y de acuerdo con cifras del Ministerio de Salud y el anuario estadístico de la Policía Nacional, en 2018 se registraron poco más de 90 mil accidentes viales que causaron 61 mil 512 heridos y 3 mil 244 fallecidos. Estos números nos brindan un panorama general de los retos que deben de ser abordados de manera inmediata para reducir estos índices que afectan la vida de miles de personas y la de sus familias.

Tomando en cuenta estos datos, es importante mencionar que la siniestralidad en más del 60% de los casos se debe a un factor humano, es decir, son en gran medida debido a las imprudencias de los usuarios o comportamientos inadecuados. Sin embargo, debemos tener presente la importancia de que la infraestructura debe perdonar el error humano y ser amigable con el usuario. En este sentido, las vías deben comunicarse fluidamente de tal manera que sean predecibles y puedan evitar estos errores que desencadenan fatalidades o lesiones graves.

Es por ello que en 3M hemos decidido alinearnos con la filosofía de Visión Zero, que es un programa global que busca tomar medidas de prevención para reducir drásticamente el número de muertes y lesiones graves por accidentes viales para salvaguardar la vida de todas las personas y garantizar de esta forma que lleguen seguros a casa.

Esto lo hemos venido haciendo desde nuestra fundación aplicando la ciencia de forma colaborativa para mejorar la vida de las personas todos los días. En temas de seguridad vial, desde hace más de 80 años hemos desarrollado tecnologías que se han convertido en productos claves y estándares para la seguridad vial en carreteras.

Por citar algunos ejemplos, desarrollamos la tecnología de Cubo Completo para las láminas retroreflectivas Grado Diamante al Cubo o DG3 la cual nos tomó 10 años de investigación para lograr que la conducción nocturna fuera más segura. Esta innovación nos permitió duplicar el brillo de las señales en carretera, lo que ha beneficiado a los usuarios que transitan en ellas, haciendo que sean más visibles y más fáciles de entender a mayores distancias.

De igual forma, en 3M contamos con la tecnología de fluorescencia que potencia la visibilidad diurna, especialmente en tareas de señalización de zonas escolares y de obras, así como en situaciones inesperadas en carretera y pasos peatonales.

También contamos con soluciones de demarcación de pavimentos las cuales están diseñadas para guiar a los conductores durante el día o la noche, aún en condiciones climatológicas adversas, como es la lluvia. Nuestras tecnologías incluyen óptica de alto índice de refracción, cuentas de cerámica microcristalina, componentes duraderos y adhesivos avanzados, que permite a los usuarios transitar con una clara guía visual del camino.

Además de estas tecnologías, en 3M nos hemos caracterizado por siempre brindarle un valor agregado a nuestros clientes y esto ha sido posible en gran medida gracias a las colaboraciones que hemos mantenido activas tanto con gobiernos locales y centrales, así como con la iniciativa privada-publica para trabajar en el desarrollo a nivel mundial de estándares que contribuyan a mejorar la seguridad vial en las vías.

Ahora y con la llegada de los vehículos autónomos, creemos que América Latina enfrenta un nuevo desafío que consistirá en la evolución de la infraestructura vial, la cual deberá de estar diseñada no sólo para el ojo humano sino también para otros dispositivos como radares y cámaras láseres de los vehículos conectados y automatizados.

Por tal motivo, en 3M seguiremos trabajando arduamente en aplicar nuestras tecnologías y capacidades, especialmente en las zonas con mayor índice de siniestros o en donde existan usuarios vulnerables para disminuir significativamente el número de víctimas y lesionados por accidentes viales.