Peter Anders Moores

En la última semana la Cámara de Comercio de Lima (CCL) tuvo la oportunidad de presentar al presidente de la República, Francisco Sagasti, y a la presidenta del Consejo de Ministros, Violeta Bermúez, sus principales propuestas para impulsar una verdadera reactivación económica que permita la recuperación del empleo y de los ingresos de millones de familias afectadas por la pandemia del coronavirus.

Sin descuidar ni mucho menos dejar de considerar la necesidad de seguir cuidándonos y mantener todas las medidas requeridas para evitar el contagio, nuestra institución tiene muy claro que no hay tiempo que perder para la reactivación económica y para generar un clima de crecimiento y estabilidad, lo que necesariamente pasa por concretar la adquisición de vacunas cuanto antes.

En primer lugar, consideramos importante que el gobierno defienda la institucionalidad, pues ella nos garantiza el respeto a las normas, a las leyes y la convivencia básica en un sistema democrático.  No hacerlo nos lleva a la informalidad, el desgobierno, el vandalismo, contra los cuales este gobierno y los que vienen deben luchar si se quiere tener un país desarrollado.

En esa medida, también solicitamos a las máximas autoridades del Poder Ejecutivo velar por el derecho al libre tránsito que garantiza la Constitución y a mantener una actitud más firme frente a las normas populistas que el Congreso de la República aprueba.

En relación a medidas concretas, solicitamos la prórroga de las exoneraciones del Impuesto General a las Ventas (IGV) comprendidas en los Apéndices I y II de la ley (bienes de consumo popular y servicios básicos), medida que finalmente el Ejecutivo acogió presentando el proyecto de ley correspondiente.

Solicitamos también la reglamentación del Decreto de Urgencia 127-2020 que otorga subsidios a la recuperación del empleo formal en el sector privado, a fin de promover la contratación de nuevo personal.

Asimismo, planteamos la ampliación del periodo de pago para los créditos del programa Reactiva Perú, en la medida que muchas empresas recién comenzaron a generar recursos en las fases 3 o 4 de la reanudación de actividades económicas, por lo que aún no tienen la capacidad de pago suficiente.

Otra de nuestras sugerencias fue promulgar una norma que permita a los contribuyentes con procesos en materia tributaria desistirse de los mismos a cambio de reducciones de multas e intereses, de modo que se pueda recuperar los 39,000 millones de soles en deudas tributarias que se encuentran en litigio.

La Cámara de Comercio de Lima también expresó tanto al mandatario y a la jefa del Gabinete Ministerial su preocupación por la inestabilidad jurídica que representa la derogatoria de la Ley de Promoción y Desarrollo Agrario y la posterior presentación de un proyecto de ley que afecta la competitividad de la agroexportación y que incluso modifica la Ley de Relaciones Colectivas de Trabajo.

Finalmente, invocamos al Poder Ejecutivo estar atento al Decreto Legislativo 1492 que permitió la reducción de sobrecostos logísticos para el comercio exterior y que ahora el Congreso pretende modificar en desmedro de miles de empresarios que vieron en la importación y exportación de productos una salida a la grave crisis económica que afecta al Perú.

Dinamismo

En suma, es posible en el corto tiempo que tiene este gobierno de transición tomar medidas que permitan que nuestra economía retome el dinamismo.

El Banco Central de Reserva del Perú señaló el viernes último que el Producto Bruto Interno (PBI) del país no caería 12,7% como se estimó en setiembre pasado, sino 11,5%, es decir que, pese a las dificultades y marchas y contramarchas, los empresarios peruanos estamos batallando para salvar nuestras empresas y con ello salvar y/o recuperar millones de empleos formales.

Sin este esfuerzo, no se explicaría que terminemos este Annus horribilis con una menor caída a la que todos esperaban.

El sector privado está poniendo todo su esfuerzo y esperanza; es hora que las autoridades pongan lo suyo en bien de un país del que todos somos responsables.

Fuente: CCL