Oswaldo Tovar, consultor

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La percepción de las políticas públicas del Perú en el exterior representa una debilidad para las inversiones mineras, según el consultor Oswaldo Tovar, tras analizar la encuesta Fraser.

El experto precisó que para medir el atractivo minero de un país, Fraser considera dos grupos de variables: potencial minero (atractivo geológico) y percepción política (acciones del gobierno para fomentar las inversiones). A su vez, este último, involucra quince variables de desempeño. “Según esa medición, la debilidad peruana radica en la percepción política, afectado por el rendimiento de cinco variables, las cuales requieren acciones inmediatas para no poner en riesgo la ejecución de los proyectos en cartera”, sostuvo en su ponencia “Análisis de 17 años de encuesta Fraser y propuestas para el futuro”, en el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.

A su criterio, si bien en la calificación de regulaciones ambientales, Perú obtuvo un puntaje similar al de Chile en el 2017, se tiene cinco variables críticas: incertidumbre en relación a las áreas protegidas y zonificación territorial, calidad y cobertura de infraestructura, acuerdos socioeconómicos para el desarrollo comunitario, regulaciones laborales y convenios colectivos, y seguridad.

“Cerca del 18% del territorio nacional está cubierto por áreas naturales protegidas”, dijo, por lo que planteó necesario mejorar las prácticas operacionales aplicables a dichas zonas, y la creación y aprobación de nuevas áreas protegidas no solo a través de un ministerio sino a nivel multisectorial.

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Anotó que por ello resulta imperativo activar el Plan de Desarrollo en Infraestructura de largo plazo, que es un aspecto transversal de nuestra economía.

Acuerdos socioeconómicos

Al respecto, indicó que aún utilizamos herramientas muy descriptivas. “Así, cuando se pide un mapa de actores hay un listado en el EIA, pero no con la estrategia que uno podría desarrollar en el campo. Este aspecto no es un tema regulatorio, y se puede superar con prácticas más competitivas en el terreno de los hechos”, añadió.

Regulaciones

Tovar recomendó estandarizar esos procesos dado que Perú tiene 1,830 gobiernos locales y regionales y pidió ordenar las frondosas regulaciones que además son complicadas de leer y lamentó que el Legislativo siga en esa ruta. “El mercado busca predictibilidad, simplicidad y claridad en las regulaciones, más que frondosidad”, dijo.

En cambio, instó a reforzar las instituciones, para que no dependan de personas, sino de procedimientos estandarizados.

Trajo a colación que en la mano de obra se ha registrado un descenso en el último año, lo cual atribuyó al cambio de la matriz de producción minera, que cada vez requiere, ya no mano de obra “de obreros”, sino de especialistas de nuevas herramientas, de nuevo knowhow.

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Mayor innovación

En cuanto a la transferencia de fondos del canon y regalías para alentar la investigación relacionada a la actividad minera, lamentó que aún no aterriza plenamente en las aulas universitarias.

Potencial geológico

“Nuestro potencial geológico ha descendido. No tenemos esas noticias de grandes yacimientos descubiertos como los había en los 90. Hemos tenido épocas con descensos significativos en el atractivo a las inversiones, como entre el 2011 y 2012 por los problemas en Cajamarca y Puno, cuando se les quitó la concesión a los inversionistas”, recordó.

“Pero en Sudamérica, Perú siempre ha estado en los primeros puestos en materia de atractivo minero, y no deberíamos preocuparnos si un año estamos en el primero y otro en el segundo, ahora estamos primeros”, anotó.

Agregó que Perú ha pasado de una etapa de matriz de producción de los 90, basada en plantas de tres mil toneladas y minería subterránea, hasta que Antamina hizo el gran cambio, “el punto de quiebre para desarrollar yacimientos de clase mundial”.

Gran desafío futuro y riesgo país

Según el criterio de Tovar, el gran desafío futuro de Perú es saber aprovechar nuestra posición en el rubro de país de bajo riesgo, “que es sorpresa para muchos”, y tiene que ver con la calificación EMBI+, que es el porcentaje adicional que se pide al rendimiento de bonos del Perú sobre los bonos del tesoro de los Estados Unidos.

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“Al comienzo del 2000, a Perú se le pedía un rendimiento casi de 6% o 7% por encima de los bonos de Estados Unidos para ser equivalente; a Chile, el 2%, por decir casi equivalentes. Pero desde el 2006 Perú y Chile son prácticamente a ojos de riesgo-país muy similares”, informó.

“Entonces, cuando ahora competimos por el tamaño de capital en el mundo, a Perú literalmente, como riesgo-país, se le ve casi igual que Chile con algunas particularidades, por cambios de gobierno, consistencia o inconsistencia de discurso cuando se hacen las campañas y promoción de inversiones en el extranjero, pero ya sin la diferencia de riesgo que existía hasta el 2005, cuando Chile era un país de bajo riesgo y Perú de alto riesgo”, explicó.

Acotó que esta situación ha traído consigo que la intensidad del capital, es decir el tamaño de proyectos que se desarrollan en Perú haya crecido; “es decir, baja el riesgo y sube el tamaño de capital que puede aterrizar a nuestro país”.

“De ahí se origina el gran hito que fue Antamina, Camisea, Pampa Melchorita y ahora Las Bambas”, puntualizó.