producción de cobre

(Foto: AFP)

Los inversores alcistas del cobre tienen un carcaj repleto de flechas que respaldan los fundamentos para precios más altos, desde la revolución de la energía verde hasta un auge posterior a la pandemia en la demanda reprimida.

Las recientes elecciones clave en Chile les han dado otra. Los votantes en el principal productor mundial acaban de elegir una asamblea que deja la elaboración de una nueva constitución en gran parte en manos de la izquierda.

Aunque será un proceso prolongado y complejo, el cambio podría alterar el marco regulatorio de la industria, cambiando potencialmente las reglas que gobiernan el acceso a concesiones o el uso de recursos escasos pero críticos, como el agua.

Ver también:  Ceder a China el control total del Megapuerto de Chancay sería un error administrativo

El desarrollo de nuevas minas lleva muchos años y el crecimiento continuo de la producción de Chile es vital para alimentar los aumentos proyectados en la demanda global.

En este momento, la futura constitución podría impulsar a las empresas a aplazar sus decisiones hasta que haya una mayor claridad. A largo plazo, podrían repensarlas o enmendarlas si el nuevo libro de reglas aumenta los costos y las barreras de manera sustancial.

El cobre, que prácticamente se ha duplicado durante el último año y alcanzó un récord a principios de este mes, volvió a subir el lunes, a pesar de un mayor debilitamiento de los diferenciales a corto plazo que sugiere que los precios podrían detenerse. Los eventos en Chile representan una ventaja, aunque se desarrollará durante varios años.

Ver también:  Minera Chinalco obtiene autorización de patente para procesamiento de cobre en China

Fuente: Bloomberg