Porfirio Arias Acuña

Don Porfirio Arias Acuña, un admirable hombre de 76 años, ha alcanzado la proeza de graduarse como ingeniero electricista en la prestigiosa Universidad Nacional de Ingeniería (UNI). Conocido por su inquebrantable determinación, Don Porfirio ha culminado una carrera que inició en 1973, marcada por interrupciones y retomadas, pero siempre persistiendo como un amor imposible de abandonar.

Este ejemplo de perseverancia se graduó en diciembre, ovacionado durante la ceremonia de la Escuela Profesional de Ingeniería Eléctrica. Su próximo paso es presentar su constancia de egresado para obtener su título profesional y contribuir con sus conocimientos en áreas donde realmente se necesite.

La historia de Don Porfirio está marcada por décadas de esfuerzo y superación. Trabajó desde los 14 años en Lima como carpintero, mientras simultáneamente enfrentaba los desafíos de la universidad. La falta de recursos y los compromisos laborales lo llevaron a abandonar y regresar a sus estudios en varias ocasiones. En 1995, contrajo tuberculosis y tifoidea, lo que lo obligó a suspender sus estudios por un tiempo considerable.

El año 2018 marcó un giro en la vida de Don Porfirio cuando, instalando un sistema de alarma en su casa, sintió el deseo de regresar a las aulas de ingeniería eléctrica en la UNI. A pesar de los años transcurridos, nunca dejó de revisar sus libros y apuntes, manteniendo viva su pasión por el conocimiento.

Su retorno a la universidad no fue sin desafíos. Tuvo que adaptarse a las nuevas tecnologías, enfrentar cursos difíciles y superar la transición a la educación virtual durante la pandemia. Sin embargo, Don Porfirio perseveró y se graduó el 30 de diciembre de 2023, en una ceremonia emotiva en el Gran Teatro de la UNI.

Don Porfirio dedica su logro a sus padres y familia, destacando su papel fundamental en su vida. Su inspiradora historia transmite un mensaje claro a la juventud actual: la persistencia y el esfuerzo son clave para alcanzar los sueños y metas.

A pesar de cerrar un capítulo de 50 años al graduarse, Don Porfirio mira hacia el futuro con metas aún por alcanzar. Sueña con contribuir al progreso del Perú, ayudando a los jóvenes a no rendirse y persiguiendo sus propios proyectos, como una casa semi inteligente y adentrándose en el mundo de la robótica.

La historia de Don Porfirio Arias Acuña es un recordatorio inspirador de que nunca es tarde para aprender, crecer y alcanzar nuestras metas, independientemente de las adversidades. Su perseverancia es un faro de luz que ilumina el camino de aquellos que enfrentan desafíos en la búsqueda del conocimiento y el éxito.