La Responsabilidad Social Empresarial (RSE) se ha convertido en una herramienta vital no sólo para el desarrollo adecuado de las empresas, sobre todo de las mineras e hidrocarburos, sino también para el Estado y la sociedad en general, coincidieron en señalar expertos y empresarios durante el XVI Simposio Internacional Empresa Moderna y Responsabilidad Social, organizado por la asociación civil Perú 2021.

El psicoanalista, Max Hernández, sostuvo que la RS debe ser “algo más que una generosidad”.

Consideró que es una suerte de compresión de un nuevo paradigma que tiene que acompañar al desarrollo y que sus alcances deben trascender una lógica de caridad, dejar de lado aquello de que “voy a hacer algo para que me vean haciéndolo”, y “entender que es un asunto de vida o muerte para la civilización, que permita y que potencie el desarrollo de cada activo”.

“Las empresas ya no están preocupadas sólo por el bienestar de sus accionistas sino también por el bienestar de todos aquellos concernidos con la empresa que s el conjunto”, anotó Hernández.

“Es de vida o muerte”

Por su lado, Rolando Arellano, presidente de Arellano Marketing, Investigación y Consultoría, sostuvo que si bien la RSE es un tema de vida o muerte, tiene que ver mucho con “la vida o muerte para las empresas mismas”.

“Cada vez tenemos más clientes, consumidores mucho más informados, más exigentes y con mucho más poder, y hasta hace poco ni siquiera nos preocupábamos de ellos”, reflexionó el investigador.

Recordó que cuando había poca oferta en los países de la región latinoamericana por el cierre de fronteras, “(las empresas) les dábamos a nuestros clientes lo que queríamos y tenían que aceptarlo”.

“Luego se abrió el mercado y los clientes comenzaron a tener opciones, ahora el futuro de la empresa en el corto plazo -y las minas lo están descubriendo- ya no sólo depende de quién compra sino de quién nos rodea, por lo que es importantísimo estar bien con las comunidades y el Estado”, explicó.

Por ello, dijo que la RSE debe ser vista como un elemento vital para el crecimiento y subsistencia de las empresas.

Más apoyo del Estado

David Lemor, director de Asuntos Corporativos de Perú LNG, aseguró que en el Perú la empresa privada en general está respondiendo cada vez con mayor participación en los programas de responsabilidad social.

Pero manifestó que el Estado tiene que buscar mayor competitividad en dicha tarea. Por ejemplo, con la “eliminación de trabas burocráticas y un Poder Judicial confiable; sin lo cual muy poco se puede hacer”.

Lemor destacó que el proyecto de gas de Camisea es un modelo de responsabilidad social en el Perú, pues propicia la inclusión social y ha mejorado la calidad de vida y el acceso a la modernidad de las comunidades de su entorno.

“La empresa ha reducido los riesgos de protestas y de permanentes conflictos que podrían alargar la ejecución del proyecto y su puesta en operación”, resaltó.

Asimismo, indicó que el sector privado debe priorizar y concentrarse en aquellos proyectos con impacto social y ambiental, que no necesitan de una complementariedad necesaria del Estado.

El empresario resaltó los resultados de los programas de monitoreo ambiental. “Pese a que tenemos los EIAs aprobados y en ejecución, lo importante es que se hace un monitoreo ambiental participativo, donde intervienen representantes de las comunidades junto a técnicos y profesionales de la empresa y supervisores del Estado”, remarcó.

El imperio de la ley

Beatriz Boza, presidenta de Ciudadanos al Día, destacó que uno de los estándares de Perú 2021 tiene que ver con “generar ciudadanía”. Es decir, que en el país rija el imperio de la ley, que implica, entre otros aspectos, el respeto pleno de los derechos ciudadanos.

“No solo no habrá inclusión social sin Estado sino que no hay igualdad sin derecho y no hay cambio cultural sin ciudadanos que ejerzamos nuestros derechos y deberes”, comentó.

Recalcó que las empresas tienen en sus manos la gran responsabilidad de ayudar a generar el imperio de la ley y a divulgar el respeto de los derechos de las personas y una forma de hacerlo es a través de sus programas de responsabilidad social.