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(Foto: Barrick Gold)

El CEO de Barrick Gold, Mark Bristow, alertó que la industria aurífera en África debería consolidarse aún más, ya que advirtió de una “seria crisis de reservas” que se avecina para el sector.

La escasez de exploración ha visto la vida media de las minas en el sector de la minería de oro caer de 20 años a cerca de 10 años, añadió, hablando en la conferencia de minería de Joburg Indaba. “Se avecina una grave crisis de reservas”, dijo Bristow. La producción de oro en toda la industria sólo ha aumentado en un 1,6% anual durante las últimas dos décadas, dijo.

Bristow dijo que el acuerdo de esta semana entre Northern Star Resources y Saracen Mineral Holdings era un “gran ejemplo” de consolidación de la industria que debería ser celebrado.

En Mali, donde Barrick está entre los mayores inversores y opera la mina de oro Loulo-Gounkoto, Bristow dijo que la transición después de un golpe militar en agosto ha sido “muy bien” dirigida. “Todo el mundo está de acuerdo en que 18 meses para la transición de vuelta al pleno gobierno civil es factible, y eso es ambicioso”, dijo Bristow, añadiendo que “ninguno de los órganos del Estado ha dejado de funcionar”.

Bristow volvió a señalar su apetito por adquirir la mina Grasberg de Freeport-McMoran en Indonesia, la mayor mina de oro del mundo y la segunda mayor mina de cobre. “No hay muchas, y por deducción por supuesto seguimos interesados en poder añadir a nuestra cartera cualquier activo de nivel 1 que haya por ahí”, dijo.

Bristow dijo que no tiene dudas de que la compañía podrá repatriar 500 millones de dólares que pertenecen a su empresa conjunta de Kibali en el Congo. “Ese papeleo está muy lejos”, dijo. A principios de julio, Bristow había dicho que el dinero sería autorizado a salir del país “muy pronto”. “Hay un reconocimiento fundamental de que para continuar atrayendo inversores a la RDC, hay que darles el derecho de repatriar sus beneficios”, dijo.