Tupemesa

TUPEMESA detalla cómo el zinc, empleado en la galvanización del acero, puede proteger a la infraestructura del país y generar un gran ahorro.

De acuerdo con las cifras del Ministerio de Energía y Minas, el Perú generó 1.3 millones de toneladas métricas finas (TMF) de zinc en el 2020, ubicándose así, como el principal productor de este mineral de la región y el tercero a nivel mundial, siendo China y Australia los que encabezan la lista.

“Uno de los principales usos del zinc es el galvanizado del acero, un proceso químico que permite que las estructuras de este material tengan una vida útil de hasta 100 años. Sin embargo, en el Perú, esta práctica aún no está muy difundida. Chile, en cambio, es el país que consume más acero galvanizado en el orden de 7 Kg por persona, seguido por Ecuador con 3 Kg. Por nuestra parte, Perú consume apenas 1.5 Kg por habitante”, explica Carla Yuta, subgerente de la Unidad de Negocio de Galvanizado de Tupemesa, empresa líder en la industria del acero y vocera de la Asociación Peruana de Galvanizadores (ASPEGAL). Esta asociación, que se dedica a la creación de una cultura de galvanización en el país, recalca diversas ventajas a nivel de durabilidad, rentabilidad y seguridad. Estas son algunas de ellas:

  1. Inversión a largo plazo. Es necesario invertir para ahorrar. El uso de acero galvanizado en infraestructura -como puentes, estadios o cualquier obra de interés público- implica una mayor inversión en la construcción inicial, pues puede costar hasta tres veces más que el acero tradicional, “sin embargo, en todo proyecto de inversión se debe considerar un costo de mantenimiento. Se trata de un costo oculto que a la larga desaparecería gracias al uso de acero galvanizado, pues este prácticamente no necesita de mantenimiento, lo que justifica la inversión y genera un ahorro a largo plazo”, añade Yuta.
  2. Prevención de corrosión. A nivel mundial, el costo de la corrosión se estima en 2.2 trillones de dólares, según The World Corrosión Organization. Debido a las condiciones climáticas, el deterioro de infraestructuras hace necesaria una mayor inversión en mantenimiento por parte de los gobiernos de cada país, así como de las empresas privadas. Esto podría prevenirse con dos grandes medidas, propuestas por ASPEGAL: La masificación del uso de acero galvanizado, proceso que lo protege de la corrosión, y la creación de un mapa de corrosión del país, tal como ya existe en Chile o Colombia. “Un mapa de corrosión determinaría la correcta identificación de las zonas respecto a las condiciones medioambientales, por ejemplo, una zona que está cerca al litoral marino -en distritos de Lima como Miraflores o San Miguel- es altamente corrosiva. Con esta información, se podría crear normativa específica que exija, por ejemplo, un mayor micraje en el recubrimiento del acero”, detalla Yuta.
  3. Estandarización de normas y capacitación. Actualmente, existen normas que regulan el proceso de galvanización, como ISO 1461, ASTM A123 y A153. Sin embargo, también es necesario crear normas y reglamentos que promuevan el uso de acero galvanizado en la infraestructura de manera estandarizada en el país. Esto debe ir de la mano con la capacitación de los profesionales del sector Construcción y la inclusión de la galvanización en las facultades de Ingeniería Civil del país. Aspegal, por ejemplo, ya viene realizando webinars y talleres de capacitación para la creación de una cultura de galvanización en el país.
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Por su parte, Tupemesa brinda el servicio de acero galvanizado aplicándolo en los diversos sectores industriales. El objetivo principal es crear cultura de galvanización en el Perú, Tupemesa y Aspegal, comparten dicho propósito, logrando que el sector construcción (público y privado) se vea beneficiado, generando ahorro a largo plazo.