(Foto: IIMP)
ProActivo | Víctor Gobitz, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), dio detalles del por qué la exploración es importante para la industria minera, que puede ser un aliado para reducir la pobreza en el país.
“Sin duda, la industria minera, es una de las claves del plan de desarrollo del país. Tenemos un potencial geológico destacado. Los desafíos están en el déficit en infraestructura y aunque la política tributaria es competitiva no se logra un nivel institucional coherente y claro”, afirmó Víctor Gobitz, presidente del IIMP, en declaraciones recogidas por ProActivo, en el marco del XX Congreso Peruano de Geología organizado por la Sociedad Geológica del Perú.
Perú cuenta con una privilegiada ubicación geográfica, con rápidos accesos a las principales economías del mundo: China y Estados Unidos. Un portafolio muy diversificado de recursos naturales, donde destacan los metales; y tiene una economía abierta, sustentada en acuerdos de Libre Comercio con 25 países que representan el 75% del PBI global, que permite el flujo de inversiones. Para el 2021 se prevé que Perú tenga un crecimiento de 10,7% y que en el 2022 ocurra un desarrollo similar.
A la par, el país tiene una geología muy bondadosa, con diversidad de opciones para diferentes dimensiones de capital a invertir, y que otorga un ecosistema muy dinámico. Sin embargo, “los proyectos mineros tienen que recorrer 87 dependencias administrativas distintas”, observó.
“El Perú ha logrado una posición muy destacada en varios metales, es el segundo productor de cobre, zinc y plata. Jugamos en las ligas mayores en lo que es producción de metales, y aún tenemos un portafolio muy grande por desarrollar, de más 60 mil millones dólares”, expresó.
Al referirse a las inversiones por exploración, recalcó que en el 2012, más de 1,000 millones de dólares ingresaron al Perú solo por exploración minera. Sin embargo, en el 2019, la cifra se redujo casi en la mitad, por la tramitología.
Cobre y la planificación fiscal
Los precios de los metales están en una situación excepcionalmente buena para aquellos que el Perú produce, tanto en cobre, oro y plata. El cobre es del 50% al 55% del PBI minero, al día de hoy; y el oro es alrededor del 30%.
En esa línea, el presidente del IIMP destacó que los grandes “players” mineros en el mundo buscan en Perú, yacimientos de cobre, sean pórfidos o skarns. Mencionó además que hay empresas medianas interesadas en depósitos de zinc, cobre o plomo.
“Más del 70% de los proyectos mineros del país, son de cobre. Esto es importante porque los yacimientos de cobre (pórfidos o skarn) son de gran dimensión y eso le asegura a un país como el nuestro, de ingresos medios, contar con una planificación fiscal de varias décadas. Eso permite planificar el cierre de brechas, que es el desafío que tenemos como país”, manifestó Gobitz.
Dijo que si se logra ejecutar el portafolio de proyectos mineros, que suma los US$ 60, 000 millones, al año 2031 a 2032, la pobreza se habría reducido sustancialmente al 12%. “Si no hacemos nada, este número va estar en el orden del 24%”, acotó.
Agregó que se trata de un portafolio maduro, que de tener el entorno social y de negocios favorables, augura al país, un futuro muy promisorio.
A pocos meses de cerrar el año 2021, el proyecto Mina Justa ya entró en producción, mientras que el proyecto Quellaveco debe hacerlo al final del primer trimestre del año 2022. Asimismo, se está desarrollando la Expansión Toromocho y está el proyecto de Yanacocha sulfuros, que anunció que en el 2022 invertirá no menos de US$ 500 millones en trabajos tempranos.
Rimay
El año 2021, ha sido un año de recuperación por la pandemia y se prevé que, para el año 2022, las inversiones mineras sumen los US$ 4 mil millones. “Es una cifra no menor, porque esta forma agregada de ver la inversión minera, greenfields y brownfields, requiere una reinversión para el país que lo acoge, como el Perú, y que es muy importante para su economía”, anotó
El presidente del IIMP destacó la existencia de Rimay, que colocó en una misma mesa con una visión de la minería al año 2030, a varias entidades relacionadas con el quehacer de economía y desarrollo del país (empresas mineras, el clero, instituciones académicas, el Ministerio de Energía y Minas, el Ministerio del Ambiente, Ministerio de Cultura, y las ONGs). Como un paso siguiente se formó la Comisión para el Desarrollo Minero Sostenible, en la que también participa el IIMP. Espacio en el que pudo verse una minería inclusiva, integrada social, ambiental y territorialmente.
Finalmente Víctor Gobitz destacó que la minería se desarrolla en zonas remotas altoandinas, con índices de desarrollo humano menores respecto a las zonas urbanas. “Aunque la densidad poblacional, es menor, tiene una alta expectativa respecto a su cierre de brechas y para ello, sin duda, un actor importante será la inversión minera, pero no la única. Además, requiere un plan de mediano a largo plazo, por lo que pensar en hacerlo en plazos cortos, es populista. Es un desafío que la industria minera, junto con el Estado y otras industrias, logren integrar los planes, porque será la manera de alinear las expectativas y a la par tener armonía en el desarrollo de los proyectos”, puntualizó.
También sería importante observar el comportamiento del precio del zinc y del aluminio.