CEPAL

Una propuesta de integración regional basada en una mayor articulación productiva entre las naciones del área, planteó hoy la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) en su XXXV periodo de sesiones que se desarrolla en Lima hasta este viernes.

Esa fórmula, según el documento presentado por Cepal a los 44 países miembros y 12 observadores participantes, permitirá responder al reto planteado por la acelerada innovación tecnológica, el reposicionamiento de los distintos actores en la economía mundial y la conformación de mercados regionales ampliados.
La propuesta “Integración regional: hacia una estrategia de cadenas de valor inclusivas”, destaca la vigencia del concepto de integración en el actual contexto internacional como un componente básico de la transformación productiva y de las estrategias de crecimiento con igualdad.
Plantea políticas para crear cadenas de valor regionales y subregionales que impulsen el intercambio manufacturero, el comercio intraindustrial, la internacionalización de las pequeñas y medianas empresas y el aumento del número de empresas exportadoras y de bienes exportados.
El documento llama también a acciones conjuntas de integración financiera, digital, social. ambiental y de infraestructura, así como a la acción colectiva en materia de innovación y ciencia y tecnología.
Según la Cepal, estas acciones apuntan a que la región se posicione en un contexto mundial en el que las economías emergentes y en desarrollo ganan creciente presencia en el escenario global y donde los vínculos Sur-Sur, particularmente entre la región y Asia Pacífico condicionaran críticamente las opciones de desarrollo.
Sobre las transformaciones de la integración, cita las posiciones críticas hacia el énfasis en la dimensión comercial que caracterizó a varias de las principales iniciativas de integración en los años 90, críticas que prefieren poner énfasis en las dimensiones política y social.
Agrega que la crisis financiera mundial iniciada en diciembre de 2008 puso en duda concepciones del proceso de globalización y dio vigencia a visiones más heterodoxas que asignan un mayor rol al Estado, no solo como regulador, sino como articulador de políticas industriales activas.
Advierte más adelante que será difícil que la región logre un crecimiento sostenible, reduciendo la pobreza y la desigualdad y avanzando en materia de innovación, sin diversificar su estructura productiva y exportadora, lo que requiere incentivar a las empresas de cada país a articular sus operaciones con otras más allá de las fronteras.
Califica como “densa y compleja” la situación de la integración regional, que considera la creación en la última década de la Comunidad de Estados latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), la Alianza del Pacífico, la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América y el Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP).
Cepal llama a considerar la integración como una política de Estado que busque convergencias y no pretenda eliminar las diferencias, sino hacerlas manejables, principal desafío integracionista en una región diversa como América Latina y el Caribe.
Andina