Luis Oré

En entrevista con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), Luis Oré, experto en temas de gestión social, nos compartió los pormenores en temas de relacionamiento con comunidades aledañas al importante proyecto minero integrado Mara de cobre, molibdeno, oro y plata en Catamarca, Argentina, donde contribuye con la implementación de estrategias multiactor.

Hoy Argentina cuenta con ocho proyectos de gran escala que podrían introducirla en una nueva etapa del cobre. Uno de ellos precisamente es Mara. 

Sí. Mara es un interesante proyecto que resulta de la fusión de las empresas mineras Agua Rica y Alumbrera, y que integra 2 activos mineros importantes: el depósito agua rica con cobre oro y molibdeno y la actual infraestructura de Alumbrera.

¿Qué es lo novedoso del proyecto Mara?

Este es un proyecto que reutilizará la infraestructura de minera Alumbrera, que operó por más de 20 años. En un país minero como Perú lógicamente se ha visto varias veces este tipo de integración en distintos proyectos, pero en Argentina será la primera vez donde se recicle y se utilice la infraestructura existente de otra operación, lo que definitivamente disminuirá la huella ambiental del proyecto.

¿En qué etapa se encuentra este proyecto minero?

Se encuentra actualmente en etapa de factibilidad, realizando actividades de exploración avanzada autorizadas por la autoridad competente. Se está trabajando en el diseño del proyecto, para luego realizar la propuesta de diseño a las autoridades y ante la comunidad.

¿Qué impacto tendrá Mara en Argentina?

Lo que va a generar este proyecto en el noreste argentino es casi el 50% de lo que hoy produce Argentina en todos sus metales para exportación que está alrededor de US$ 3 mil millones. Mara generará la mitad de esos aportes. Y en términos de empleo, se estima unos 8 mil trabajos directos e indirectos durante su construcción, que es casi un 10% de los 85 mil que hoy emplea la minería argentina.

¿Y en términos de inversión?

Mara va a generar una inyección de US$2700 millones durante la construcción, y un capital de sostenimiento de US$ 1500 millones durante la vida útil del proyecto, como comentó su gerente general. Nicolás Bareta, en PERUMIN.

¿Cuáles son los principales desafíos sociales que enfrenta Mara?

En general la mayoría de desafíos y preocupaciones están relacionados con las oportunidades de empleo y desarrollo en Andalgalá y a expectativas de mejorar la calidad de vida para las próximas generaciones. Otra preocupación es el agua como tema principal, su uso o extracción, etc. También hay interrogantes sobre el uso de explosivos y el polvo en suspensión.

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¿Cómo se está tratando el tema del agua?

Para procesar el mineral de Agua Rica en la planta de Alumbrera no se usará agua de la cuenca del río Andalgalá. Asimismo, el nevado del Candado y sus alrededores no serán tocados ni impactados por ninguna actividad del proyecto.

¿A qué se deben las preocupaciones de las comunidades?

Hay voces que expresan preocupación respecto a que la minería no respeta el medio ambiente y otros afirman que cuidar el medio ambiente es más importante que el crecimiento económico. También hay poca confianza en el sector privado y algunos prefieren al Estado como actor económico y potencial empleador.

Y qué viene haciendo la empresa minera para disipar estas dudas…

El Proyecto Integrado Mara, sensible de las preocupaciones sobre el agua, el empleo y el cuidado del ambiente, propone que la autoridad y la comunidad acompañen en esas etapas propositivas para el nuevo proyecto. Por ello viene realizando un importante trabajo de relacionamiento enmarcado en una estrategia de involucramiento social.

¿Cómo se viene llevando específicamente el tema de relacionamiento con las comunidades del entorno?

Mara y su equipo de relaciones comunitarias hicieron un gran esfuerzo en un amplio territorio. Algunas de las acciones realizadas incluyen: un programa de transparencia que permite a las partes interesadas conocer la manera cómo se realizan las actividades del proyecto; un programa puertas abiertas que incluye un programa de visitas de minera Agua Rica, que permite establecer relaciones entre la empresa y la comunidad basada en la cortesía, la franqueza, confianza y compromiso mutuos.

¿Cómo se canalizan las interrogantes o quejas de las comunidades?

Para ello se cuenta con un sistema de atención de quejas y reclamos que permite un canal de comunicación con la comunidad y mantiene la trazabilidad de preocupaciones de la comunidad. Además se ha realizado la instalación de oficinas de relaciones comunitarias en el territorio.

¿En qué enfoque se basan estas estrategias?

Todas estas acciones se desprenden de una estrategia general que busca integrar las mejores prácticas del enfoque AARC en la estrategia de involucramiento multiactor de Mara para construir alianzas y mejorar y mantener la confianza general (licencia social) con las partes interesadas clave y comunidades de interés. Y, así también, determinar un nivel deseado de alineación con los principios de la ONU de empresas y derechos humanos y normas de desempeño de la IFC.

¿De qué se trata este enfoque?

Este enfoque fue creado por Merrick Hoben, y es un marco de referencia “AARC” que ayuda a diseñar procesos multiactor centrados en la dignidad de manera más eficaz. Lo llama Diálogo Digno, compuesto de Reconocimiento, Influencia (Agencia), Reciprocidad y Claridad.

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¿Cuánto ayuda este enfoque a generar un mayor diálogo?

No se resuelven todos los desequilibrios, asimetrías, inequidades y desafíos estructurales que podrían estar presentes en un conflicto o negociación, sin embargo, cuando se les presta suficiente atención, abren la posibilidad de conversaciones más transformadoras y de solución de problemas.

¿Qué otras opciones maneja el proyecto Mara para avanzar en el tema social?

Mara está considerando ampliar sus actividades estratégicas de involucramiento implementando comités de monitoreo técnico participativo para trabajos técnicos (como procesos de búsqueda conjunta de información) y consejos consultivos comunitarios para profundizar diálogos colaborativos, facilitar entendimiento compartido y construir consensos sobre oportunidades de desarrollo local.

¿A nivel político se percibe el respaldo del gobierno argentino para el desarrollo de proyectos mineros? 

Entiendo que el gobierno argentino es consciente de la necesidad del respaldo para el desarrollo de proyectos mineros y que, como en el Perú, hay diversos niveles de gobierno como el provincial o el local, donde se dan situaciones que se perciben de manera diferente los beneficios de algunos proyectos de inversión minera. Esto puede dificultar el alineamiento del gobierno para el desarrollo efectivo de los emprendimientos mineros.

¿Qué coincidencias o diferencias encuentras en Argentina en temas de relacionamiento con comunidades respecto al Perú?

Como en muchos proyectos en Latinoamérica, lo transversal o común es el temor a lo desconocido y la desconfianza en lo nuevo. Así también, en muchos casos, la falta de información -que sea creíble y confiable- para todas las partes involucradas, o los limitados espacios de participación ciudadana e incluso las limitadas capacidades para el dialogo colaborativo e involucramiento temprano y estratégico con enfoque de beneficios mutuos. Sin embargo, con procesos adecuados se pueden abordar de manera productiva estos retos y desafíos.  Por ello, el tema del relacionamiento es estratégico.

¿Qué lecciones aprendidas se podrían destacar del caso argentino u otros países que puedan servir en el Perú? 

Lecciones aprendidas de la participación en diversos proyectos tanto de intervención social como procesos de dialogo e implementación de estrategias de involucramiento multiactor son varias, pero sería oportuno mencionar, por ejemplo, el poder e impacto de la elección de las palabras (word-choice). Este es un elemento clave en la intervención social y en los diálogos e intercambios.

¿Podría mencionar un caso en concreto?

Por ejemplo, enmarcar la intensión del trabajo a realizar como un estudio e investigación del subsuelo de las comunidades para determinar el potencial de minerales, en lugar de utilizar una definición simple de trabajos de exploración, puesto que esta palabra exploración puede ser entendida como ligada a la explotación minera. En el caso del proyecto Warintza, en Ecuador, la empresa no se presentó como una empresa minera tradicional, sino como un proveedor de servicios para ayudar a que las comunidades obtengan información creíble y confiable, y puedan tomar decisiones informadas sobre sus territorios y posibles proyectos.

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¿Qué otras lecciones más se tienen?

Escuchar al otro es el primer paso para empezar a generar, construir y reconstruir confianza. Del mismo modo, arriesgarse a confiar en el otro, facilita que el otro confíe en uno. Mas allá de las diferencias culturales, las estrategias de involucramiento multiactor han evidenciado que el enfoque beneficios mutuos si ayuda a facilita entendimiento entre las partes. Las relaciones positivas entabladas a nivel humano también facilitan generar un ambiente colaborativo para dialogar.

De acuerdo a su experiencia, ¿en qué lugares o jurisdicciones se viene teniendo éxito en temas de gestión social? 

Hay varios. Una de las experiencias en que tuve oportunidad de participar desde un inicio fue el proyecto Warintza en el que luego de 11 años de conflicto entre empresa de exploración y comunidades de la nacionalidad Shuar, de la región morona Santiago del Ecuador, se hizo una evaluación de actores intereses y situación para iniciar un proceso de dialogo con un enfoque de beneficios mutuos y construcción de consenso. Otra experiencia interesante fue la elaboración de los estudios hídricos en la Cuenca del rio Locumba en Tacna, en la que como resultado del acuerdo de la mesa de dialogo de Candarave, Southern Perú se comprometió a aportar un fondo de desarrollo en el que se incluían recursos para mejoramiento de infraestructura hidráulica

Para finalizar, en el Perú en un momento se hablaba de crear un sistema de prevención de conflictos sociales. ¿En qué quedó esta propuesta?

Ha habido varios proyectos de ley en los últimos gobiernos, pero al final la implementación de leyes y sistemas depende de las personas, sus capacidades y habilidades, así como el uso de procesos y enfoques adecuados. Durante el gobierno de transición y emergencia del 2021, la Secretaria de Gestión Social y Dialogo de la PCM, implementó metodologías y buenas prácticas para la prevención y transformación de conflictos. Elaboró manual operativo para el funcionamiento de la secretaria y diversos instrumentos y lineamientos y protocolos para la intervención del poder ejecutivo gobiernos regionales y locales en materia de gestión social y diálogo.

Fuente: IIMP